El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Garcia-Margallo lo ha podido decir más alto pero no más claro. Tras “debutar” medio en broma medio en serio saludando a un eurodiputado británico con un “Gibraltar español”, ya en plan oficial el jefe de la diplomacia de España fue contundente: “Esta broma se ha terminado”, Según el ministro, los gibraltareños se empeñan en “hablar de soberanía, de jurisdicción, de las cosas que corresponde hablar a los mayores” pero “de jurisdicción y soberanía hablan España y Reino Unido”.
No se ha hecho esperar la respuesta del Gobierno británico que a bote pronto ha contestado que la postura de Londres respecto a la soberanía de Gibraltar “sigue estando completamente clara y el Gobierno español está al tanto. El Reino Unido nunca llegará a acuerdos en virtud de los cuales los ciudadanos de Gibraltar pasen a estar bajo la soberanía de otro Estado contra su voluntad y, más aún, el Reino Unido no iniciará un proceso de negociaciones de soberanía con el que Gibraltar no esté contento”. ¿Cómo cree que repercutirá esta toma de postura en las relaciones de vecindad entre ambos pueblos?