En esta mañana de lunes, de Lunes de Pascua hoy, te ofrezco unas sencillas palabras con las que quiero darte las gracias.
Gracias por estar aquí, a este otro lado del lunes. De cada lunes.
Gracias por tu presencia, por tu lectura, por confiar en algo más.
Por creer en la abundancia, en la vida que no cesa. Por muy duro que parezca aquello que te arrebata, tendremos siempre el derecho de reinvertarnos, de renacernos, de revivirnos, de rehacernos. De resucitarnos un día más. Una vez más. Y otra más. Y otra y otra.
Y que tú te des permiso.
Permiso para cantar, para danzar, para parar. Para amar hasta las trancas y para asumir el riesgo hoy. El reto seguir vivos y no dejar pasar la vida. Concédete tu permiso.
Te deseo un lunes bueno. Que puedas sentir deseo, terminar, retomar, empezar otra vez de cero.
Y que hoy también estés bien.
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NO TE DETENGAS
Poema de Walt Whitman
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y la poesía
sí pueden cambiar el Mundo.
Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba,
nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa.
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este Mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron,
de nuestros poetas muertos,
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros,
los poetas vivos.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.