Por María Eugenia Manzano
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Con la alegría que suele traer el sol, yo vengo a ofrecerte este lunes unas pocas palabras de A M O R, hoy en forma de poema.
Poesía necesaria. Poesía sanadora. Poesía.
Te invito a tomar un respiro, a que hagas una parada. Tal vez un alto en el camino para poder saborearla.
Un verso … y una suave inhalación.
Un verso … y dejar que todo fluya.
Sólo un verso. De uno en uno.
Y permitirnos que caiga.
Hoy hago, con estas palabras, mi homenaje a la alegría. Vital, esencial, salvadora. En legítima defensa. Que nos lleve a ese lugar en el que las emociones se elevan y sepamos admirarla.
Que puedas encontrarla hoy.
Te deseo un lunes bueno.
Namaste.
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Defensa de la alegría
De ‘El sur también existe’
Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del caos y de las pesadillas
De la ajada miseria y de los miserables
De las ausencias breves y las definitivas
Defender la alegría como un atributo
Defenderla del pasmo y de las anestesias
De los pocos neutrales y los muchos neutrones
De los graves diagnósticos y de las escopetas
Defender la alegría como un estandarte
Defenderla del rayo y la melancolía
De los males endémicos y de los académicos
Del rufián caballero y del oportunista
Defender la alegría como una certidumbre
Defenderla a pesar de dios y de la muerte
De los parcos suicidas y de los homicidas
Y del dolor de estar absurdamente alegres
Defender la alegría como algo inevitable
Defenderla del mar y las lágrimas tibias
De las buenas costumbres y de los apellidos
Del azar y también
También de la alegría
Mario Benedetti