TCAM-ALGECIRAS/OPINIÓN
Referirse o analizar lo que han dado de sí los últimos siete días con la política por bandera y con Algeciras como referente genera decepción en función de que el comentarista tiene poca capacidad de maniobra, habida cuenta que en torno a la política municipal siguen los fuegos fatuos y los retratos para la galería (no se saben ya los que lleva, José Ignacio Landaluce en poco más de un año: lleva camino de batir todos los récores incluido el de Patricio González), mientras que no hay ni una rosca positiva que llevarse a la boca en cuanto a solucionar o aliviar los problemas de la ciudad.
Eso sí, lo que tampoco ha faltado en la semana pasada, es la peleita de turno entre el PSOE y PP (IU ha descansado), tras una duras declaraciones de Miguel Alberto Díaz que no dejó títere con cabeza comenzando por el alcalde, y que han tenido una tibia respuesta, no del alcalde, sino de Juana Cid. Y el domingo nuestro alcalde (más bien el de ellos) se va a la feria de Ceuta a retratarse, a la posesión y arreglar Algeciras y darle “voz” a Ceuta en la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras.
Y así las cosas con la actualidad imponiendo su ley, hay que mirar para Gibraltar donde el viernes el ministro principal, Fabian Picardo y los representantes de los pescadores (divididos ya que la cofradía de pescadores de Algeciras y la interfederativa andaluza de cofradías no estuvieron representadas), llegaron al acuerdo de establecer una tregua que durará hasta diciembre que será cuando Gibraltar diga su última palabra. Tregua con cláusula trampa, ya que en la misma se autoriza a las patrulleras de Gibraltar a realizar inspecciones a los pesqueros españoles cuando faenen en aguas que España considera como españolas, y que entiendo es la mayor concesión (se puede traducir por bajada de pantalones) realizada al gobierno de la colonia inglesa, mientras el gobierno de España, mira para otro lado y ni sabe ni contesta.
Ampliando el ámbito de cobertura de este análisis a lo comarca, en Tarifa aumentan las protestas contra el proyecto urbanístico de Valdevaqueros, mientras en San Roque siguen los que parecen crónicos e inevitables fuegos. Y en cuento al descenso del paro en julio, Jimena y Castellar son las cenicientas al subir el desempleo.