Y el Algeciras CF, sigue siendo mucho para menos miles de algecireños, pero sigue teniendo una fiel y entregada afición a sus colores. Algeciras CF que se ha proclamado campeón de su Grupo por la puerta grande, o sea, a lo ¡¡Campeón!! ante los suyos. Y en función de esto, este resumen de lunes domingo, comienza por detrás por el Algeciras-Montilla y el 4-0, una victoria de campeonato, con el que el equipo albirrojo dio su último puñetazo sobre la mesa antes de encarar la liguilla de ascenso a lo campeón que como todos los torneos del K.O. es impredecible, pero la directivo, el cuerpo técnico, y sobre todo los jugadores en cabeza y su hinchada detrás ya han dicho “ahí queda eso” y hasta lo de “que no quiten lo bailado”. Y pensaban e incluso soñaban con lo conseguido, seguro que los que los que la levantan mintiendo.
CHORREANDO AGUA
Cumplido con sonrisa de oreja a oreja el apunte futbolero, volvemos al orden cronológico del repaso a la semana pasada cuya actualidad ha sido de lo más húmeda chorreando agua desde el lunes sin que apenas haya llovido, ya que el agua que ha inundado la actualidad ha sido su sigue siendo la de los manantiales del arroyo de la Garganta del Gran Capitán.
Un agua el que ha copado gran parte de la actualidad que es un H2O muy “especial”, pues se trata del agua de los manantiales del arroyo de la Garante del Gran Capitán que la Junta de Andalucía a través de su Consejería de Medio Ambiente le ha ordenado al Ayuntamiento que no capte para el consumo de los algecireños ni una gota y que hay que dejarla correr y que se despilfarre. Y por si fuera poco que el Ayuntamiento tiene que dejar las cosas como estaban. Y esto quiere decir destruir la infraestructura construida para la captación y que costó de más de 600.000 euros. Medida calificada por el alcalde como “puñalada” que ha generado una dura polémica que no es nada nuevo sino la constante entre el PP y el PSOE en torno a todo lo que se mueva o se deje quieto, en función de que para ellos prima más los intereses partidistas o de siglas que los intereses del pueblo al que representan y por ell que juraron o prometieron trabajar.
NI LAS MONITAS SE LIBRAN
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce está en su perfecto derecho de venderse (aclara que me refiero a su imagen no sea que alguien coja el rábano por donde no es), y en verdad que lo hace con creces, hasta el punto de que se ha convertido en el alcalde de Algeciras más fotografiado de la historia (matizar que Landaluce es muy fotogénico). Primer edil de Algeciras que sale a varias fotos por día de los que está en Algeciras que no son todos los de la semana dada su condición de diputado en el Congreso, ya que Landaluce hace pasar por la piedra fotográfica a todo el que lo visita o él visitas, ya sean rocieros, deportistas, toreros, músicos, escritores, padres de alumnos, vecinos y hasta las monjitas incluidas, rodos tienen que pagar el peaje de la foto.
Y esto nada tiene que ver con que el alcalde, José Ignacio landaluce, ha destacado “la gran labor social y humana que realiza desde hace más de un siglo en Algeciras la congregación de las hermanitas de los ancianos desamparados” y lo ha hecho en el transcurso de la visita realizada al asilo de San José para dar la despedida oficial a sor Carmen Moya, quien ha sido madre superiora de la comunidad durante los últimos seis años, y que ha pasado a ocupar el mismo cargo en la localidad jiennense de Torredonjimeno”. Reconocimiento a la gran labor de las monjitas al que nos unimos.
LA PUNTILLA AL CATASTRAZO
Para hablar o referirse al bautizado como “catastrazo”, hay que poner por delante y hacerlo reo del mismo, al que con sus dos firmas lo genero y que fue Tomás Herrera de tan infausto recuerdo como alcalde de Algeciras y que tantas herencias negativas nos dejó. Tomás Herrera firmo y se ratificó en que la revisión del Catastro en Algeciras fuera total y no parcial como podía haberse acogido, y de ahí nació el catastrazo, al que el Tribunal Supremo con su sentencia acaba de darla la “puntilla” pasando página, sin que de nada haya servido los esfuerzos del Consistorio para la vuelta atrás, ni las multitudinarias manifestación es ciudadanas. Se trata de que el Tribunal Supremo ha dado carpetazo al contencioso sobre el ‘catastrazo’, al rechazar el recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional y condena a 600 euros de costas a Fapacsa que en una empresa poco menos que imposible lo había presentado.
