Algeciras no te escondas: Otro cine es posible

Me gusta que el cine del Campo de Gibraltar esté tan cerca de Algeciras. Aunque he de reconocer que echo de menos este tipo de cine que no exhiben las grandes cadenas porque renuncia a parte de su beneficio en taquilla por hacer concesiones al arte. Me acuerdo entonces de la Sala Luis Buñuel de Arrecife, Lanzarote, donde residí una temporada. Cada semana proyectaban una película no comercial en sesiones únicas de viernes, sábado y domingo. Cada semana, aquella población aislada podía disfrutar de una nueva sorpresa cinematográfica. Pero a falta de una filmoteca Algecireña, que sería también la Filmo del Campo de Gibraltar, uno se lo monta como puede. Cojo el “Apunta” a principios de mes y le hago la radiografía. La primera página anuncia dos propuestas para este marzo que aprovecho para recomendar encarecidamente: “Retorno a Hansala”, de Chús Gutierrez y “Mapa de los sonidos de Tokio”, de Isabel Coixet; dos filmes innovadores, de gran calidad y dirigidos por mujeres para públicos de cualquier género. La primera, además, rodada en Marruecos, Algeciras y Los Barrios.Paso página y me encuentro con las siete pelis que nos ofrece el Aula de Cine de la Escuela Politécnica con sus ciclos dedicados a Jaques Tati, a los “Misterios mudos de Hollywood” y la Muestra del Audiovisual Andaluz. Si nos vamos a la Fundación Dos Orillas, nos encontramos con que el ciclo “Miradas desde dos orillas” dedica este mes a la mujer conmemorando el ocho de marzo, día de la mujer trabajadora. Cuatro filmes que nos darán una visión del papel de la mujer más allá de la cultura occidental, cuatro películas que han sido aplaudidas y premiadas en los circuitos y festivales europeos.En mi caso particular, hace tiempo cambié la televisión por un proyector doméstico de forma que puedo ver cine de autor en versión original en mi propia casa. Para eso, sólo necesitaba que Algeciras tuviera un buen videoclub, lo busqué y encontré dos. El Estudio 54 fue el primer guiño de ojos que me hizo Algeciras para conquistarme. Estaba en mi encantador barrio y era pilotado por Aitor, el tipo de persona que a todo el mundo le gustaría encontrarse detrás de un mostrador. Aitor regenta un local donde los clientes se convierten en amigos. No renuncia al cine comercial que es el que le da de comer y, de entre el cual, me ha sabido recomendar películas que han acabado por resultarme memorables. Pero cuenta además entre sus títulos con un gran surtido de ese otro tipo de cine, brillantes creaciones que sólo se pueden ver en Festivales o en cines de grandes ciudades durante apenas un par de semanas. Surtido que, encima, se va incrementando cada semana a pesar de la crisis y que ofrece una excelente oferta en cine español, entre otros.Pero si el Rinconcillo te queda demasiado lejos, puedes deleitarte en el Videoclub Acción, once años de experiencia, once años sumando títulos para satisfacer a la clientela más exigente, más variopinta. Cine independiente, cine documental, manga o rarezas, además de esas últimas novedades que no pudiste o no quisiste ver en cine. Una inacabable videoteca al alcance de la ciudadanía algecireña que ya quisieran para sí algunas grandes ciudades y en cuyo local, una excelente selección musical ameniza esa decisión que no siempre resulta fácil.Pero estoy seguro de que en cualquier videoclub de la ciudad, si sabes donde mirar, puedes encontrar pelis de esas que te gustan tanto que te da un poco de rabia tener de devolver. Aunque ahora que me han dicho que Televisión Española no emite publicidad, igual sería el momento de ver alguna de esos grandes filmes que pasaban alrededor de las dos y media de la madrugada y en los que me quedaba sopa al primer intermedio.

Sr. Gilmore

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