La obra, cuyas medidas son 158 x 110 centímetros, representa a Santo Domingo de Guzmán, a tamaño mayor al natural, vestido con el hábito de la Orden Dominica o de Predicadores. En el acto también ha estado presente la directora del Museo Municipal, Rosabell O´Neill.
La obra fue depositada por la familia en 2002 y restaurada en el Gabinete de Restauración del Museo en 2005, al mismo tiempo que se realizaba una labor de investigación que concluyó con su encuadre en el Taller de Francisco de Zurbarán, de la Escuela Barroca Sevillana del siglo XVII.
En la obra, Santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores o Dominica, aparece sólo, con la mano derecha sobre el pecho y portando una vara de azucena en la izquierda, situado ante el espectador como una imagen devocional, sobre un fondo neutro que da un carácter místico a la composición.
La intervención restauradora consistió en la limpieza superficial, eliminación del barniz y los repintes, realización de un nuevo reentelado, colocación de parches, reintegración de las lagunas, reintegración cromática y protección final.
La obra se expone actualmente en el Museo Municipal ocupando un lugar destacado dentro del catálogo de obras que acoge este edificio municipal.