La variante de este gen afecta a uno de cada seis ciudadanos y, aunque los hace un 70 por ciento más propensos a ser obesos, los científicos aún no habían descubierto por qué se ha produce este incremento de riesgo. Pero ahora han visto que en estos casos hay también niveles más elevados de grelina en sangre, la llamada “hormona del hambre”. “Es un golpe doble”, dijo Rachel Batterham, autora del estudio que ha publicado en su último número la revista ‘Journal of Clinical Investigation’. Batterham dijo que el trabajo proporciona nuevos datos que pueden ser utilizados para detectar nuevas vías terapéuticas. De hecho, ha avanzado que hay algunos medicamentos experimentales que han demostrado ser capaces de suprimir la grelina y, por tanto, podrían ser utilizados en estos casos. Steve Bloom, del Imperial College de Londres, quien no participó en el estudio, dijo que el gen FTO sólo explica una pequeña parte de la epidemia de la obesidad, pero el último descubrimiento fue “un paso importante” en desentrañar los factores involucrados en su aparición. La prevalencia de la obesidad está aumentando en todo el mundo a un ritmo alarmante y los países desarrollados y en desarrollo se ven afectados. Además, está demostrado que es un importante factor de riesgo para desarrollar diabetes, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Al menos 2,8 millones de adultos mueren cada año como resultado de tener sobrepeso u obesidad y más de 40 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en 2011, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).