Sánchez Gordillo al negarse a votar a favor de la investidura de Griñán
TCAM-SEVILLA/M.J.R.
El diputado de IULV-CA por Sevilla y líder nacional del CUT-BAI, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha asegurado que acatará “el castigo” que la federación de izquierdas decida ponerle por romper la disciplina de voto en la sesión de investidura del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, al no votar a favor de la misma, sino incurrir en un voto “nulo” al afirmar ante el Pleno que no participaba en la votación “porque no puedo votar a mi candidato”, una posición para la que ha dicho contar con el apoyo del excoordinador general de IU, Julio Anguita.
En declaraciones a los periodistas, a su salida del Pleno de investidura, Sánchez Gordillo ha asegurado que había mantenido este jueves 3 de mayo una conversación telefónica con Anguita, en la que le ha trasladado su apoyo y el permiso “para hacerlo público”. “Me ha dicho que comparte mi filosofía y que Nueva Izquierda en tres ocasiones en el Parlamento de España votó en contra de la disciplina de voto y no pasó nada, estando él de coordinador y portavoz en el Parlamento”, ha añadido.
El también alcalde de Marinaleda (Sevilla) ha asegurado que “la coherencia siempre tiene castigo”, pero que no le importa ningún castigo “si soy fiel a lo que pienso y creo que un pacto de gobierno es una locura para Izquierda Unida porque puede ser su muerte”. “Tengo que ser coherente con lo que he discutido con las bases, quienes a través de un referéndum han dicho más no que sí al pacto de gobierno”, ha apuntado.
Tras subrayar que se han celebrado dos referéndum, uno oficial y otro alternativo, sobre el pacto de gobierno, Sánchez Gordillo ha insistido en que los dos “son legítimos y tienen el mismo pedigrí”, por lo que no podía votar sí a la investidura de Griñán “costara lo que me costara”. Según ha apuntado, “lo primero es la conciencia y en política ésta tiene que estar antes que la disciplina, que casi siempre me suena a militar”.
Finalmente, preguntado sobre si plantea irse de IULV-CA, ha dicho que él es fundador de la federación de izquierdas y que en ningún momento se plantea dicha decisión. “Yo me voy a mantener en Izquierda Unidad, otra cosa es que por mi rebeldía me puedan imponer algún castigo”, ha concluido el parlamentario andaluz.
Diego Valderas durante su intervención en el Parlamento andaluz
La Comisión Ejecutiva decidirá sobre Sánchez Gordillo
El coordinador general de IULV-CA y portavoz del grupo parlamentario, Diego Valderas, ha anunciado que el grupo parlamentario y la Comisión Ejecutiva de IULV-CA “reflexionarán y actuarán” tras la decisión del diputado por Sevilla y líder nacional del CUT-BAI, Juan Manuel Sánchez Gordillo, de no votar sí a la investidura del socialista José Antonio Griñán como presidente de la Junta, rompiendo así la disciplina de voto de la federación de izquierdas.
En declaraciones a los periodistas, momentos después de que finalizara la sesión de investidura en el Pleno del Parlamento andaluz, Valderas se pronunciaba así a raíz de que Sánchez Gordillo asegurara, en el momento en que le tocaba votar por llamamiento ante el Pleno de la Cámara, que no participaba en la votación “porque no puedo votar a mi candidato”, lo que convertía este voto en “nulo”.
Para el líder de IULV-CA, se ha producido “un giro” en el comportamiento del diputado por Sevilla, dado que había anunciado públicamente que votaría ‘no’ a la investidura de Griñán. “Está claro que la posición de Gordillo ha girado y que la posición de ayer no es la posición de hoy”, ha añadido Valderas, quien ha apuntado que “no hay más que ver que de plantear que era un no a la investidura de Griñán ha planteado un voto que se ha marcado como acento nulo”.
En esta línea, ha considerado que, “pese a que los giros si son positivos siempre son de agradecer, eso no va a evitar que el grupo parlamentario y la dirección de IULV-CA toque el tema como no podía ser de otra manera, actuando conforme corresponda a los estatutos de la federación”. Como se recordará, la Comisión Ejecutiva de IULV-CA, celebrada este miércoles, demandaba a Sánchez Gordillo que apoyara la investidura de Griñán, advirtiéndole de que si no era así “seguramente habría consecuencias”.