¿Qué sabes de Algeciras? Tres “Algeciras” en la Armada Francesa

Este segundo envío de la  nueva sección ¿Qué sabes de Algeciras? nos lo sirve en bandeja un lector a este diario, Antonio Jesús ( nos pide reservamos sus apellidos), algecireño enamorado de su pueblo que investiga todo lo relacionado con Algeciras.Reportaje que reproducimos textualmente: Tres  “Algeciras” en la Armada FrancesaEl nombre de la ciudad fue impuesto a importantes elementos de la flota gala. Fue de niño, viendo un libro, cuando pude unir dos de mis grandes pasiones, los barcos de guerra y mi ciudad, en una ilustración  de la batalla de Trafalgar en la que se podía apreciar el despliegue franco-español, me llamó la atención uno de los barcos de bandera francesa, era el  “Algésiras”, un navío de 74 cañones. Pero no fue este el único buque de guerra que los franceses construyeron con este nombre.El segundo “Algésiras” lo descubrí siguiendo las peripecias de  Jean Valjean, en el clásico de Víctor Hugo  “Los Miserables”, cuando el protagonista salta al mar desde los aparejos del buque “Orion”. Textualmente, cito: “La caída era peligrosa. La fragata “Algésiras” estaba anclada junto al “Orion” y el pobre presidiario había caído entre ambos buques.” Este  “Algésiras”, de acuerdo con las fechas, no podía ser el mismo de Trafalgar y Cabo Finisterre, aunque Víctor Hugo se confundía: no existió ninguna fragata “Algésiras”, si no otro navío de línea de 74 cañones.Y no sería este el último de los “Algésiras” con los que contó la Armada francesa. El siguiente sería un navío de 92 cañones,  que en su época se convirtió en toda una revolución de los mares, al ser de los primeros en dotarse de una caldera de carbón y una hélice para navegar, además de sus  tres palos y bauprés.Para explicar con mayor detalle estos extremos, comencemos por el principio. ¿Por qué los franceses imponían el nombre de nuestra ciudad  a tres navíos de línea, los barcos más grandes de su época y equivalentes a un acorazado de la Segunda Guerra Mundial?La Batalla de AlgecirasLa solución a esta pregunta se encuentra en julio de 1801, cuando cuatro barcos franceses, los navíos “Indomitable” y el “Formidable”, de 80 cañones, el “Desaix”, de 74, y la fragata “Martinengn”, de 44, entran en las aguas de la Bahía de Algeciras  y anclan frente a la ciudad, concretamente entre la Isla Verde y el Fuerte de Santiago. A estas unidades navales francesas hay que sumar la presencia de las baterías de costa españolas, especialmente las de la Isla Verde, compuestas por 12 cañones de 24 libras, dos de 18 y cuatro morteros de 12 pulgadas. Mientras, se estima que el Fuerte de Santiago contaba 12 cañones de 24 libras, dos de 18 y 4 morteros de 14 pulgadas, que protegían el puerto y el fondeadero de Algeciras. Finalmente, y no menos importante por su actuación, se debe destacar la presencia de las cañoneras españolas, barcas a remo y vela, con un perfil  bajo, que portaban un potente cañón de 24 libras en su proa.Por su parte, los británicos, que habían visto llegar la flota francesa desde Gibraltar, disponían del doble de barcos, concretamente con los navíos “Caesar” de 80 cañones, y el “Pompée”, el “Venerable”, el “Hannibal”, el “Spencer” y el “Audacious”, todos ellos de 74 cañones, y la fragata “Thames”, dotada con 40.La batalla naval de Algeciras comenzó con los disparos de las baterías  de San García, y finalizó con la  retirada británica tras cinco horas de combate. Se conserva un relato de lady Sarah Fyers, hija del ingeniero jefe de Gibraltar, que relata cómo vio la batalla desde  la muralla del mar del Peñón y explica que “el cañoneo era tan intenso que la ciudad de Algeciras parecía que ardía y que toda la población huía hacia las alturas que se encontraban detrás de la ciudad”. Afortunadamente, pese a esa apreciación, no se registró ninguna baja entre la población civil y sólo hubo que destacar la destrucción de algunas viviendas más cercanas a la costa.Al final de la jornada, un barco inglés, el “Hannibal”, fue capturado tras embarrancar bajo el Fuerte de Santiago. El “Pompée”, también de bandera británica, resulta gravemente dañado y desarbolado en la batalla y tiene que ser remolcado a Gibraltar. Como es habitual, teniendo en cuenta su idiosincrasia, los franceses se quedan para si toda la gloria, olvidando las baterías de costa y las cañoneras que tanto daño infligieron a la escuadra inglesa.Por parte franco-hispana la mayoría de los buques franceses se encontraban “tocados” y cinco de las siete lanchas cañoneras españolas había sido hundidas, concretamente las que tenían los numerales 2, 4, 8, 12 y 13. En resumen, estos son los hechos de armas que ocurrieron en aguas de Algeciras, hace ya 206 años, y que dieron nombre a nuestros protagonistas, los “vaisseau” (navíos), bautizados con el nombre de “Algésiras”.

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