Palacios: “La curiosidad me lleva a analizar a la sociedad”

 

El próximo martes, el Edificio Kursaal de Algeciras acoge la presentación del tercer libro que ha escrito Juan Antonio Palacios: “Cabezas y gorros”. La cita es a las siete y media de la tarde

 ¿Por qué este tercer libro?

Tal vez, porque tenia cosas que decir sobre nuestro permanente cambio de roles a lo largo de nuestra vida, en función de los espacios y tiempos en los que nos toca desarrollar nuestra actividad.

Quizás, porque desde la confianza en el ser humano, soy de los que defiendo que cada cual lleva el gorro que quiere y no el que los demás intentan colocarle. Entiendo que responde a una necesidad interna y externa de adentrarnos en otros mundos, con otras cabezas  e ideas  y por supuesto con otras cabezas y gorros.

¿Qué aportación supone Cabezas y gorros respecto a sus otros dos libros?:_

Creo que cada obra aporta algo diferente y distinto, los tres son hijos de este autor pero ya no me pertenecen sino que ahora son de cada uno de sus lectores.

Entre la hiel y el almíbar es un conjunto de observaciones y reflexiones que a través de preguntas y respuestas, de destacar el valor de lo cotidiano, de nuestras tentaciones y espejismos, de viajar entre lo importante y lo anecdótico que inundan nuestro vivir, de las esencias y apariencias intenta buscar un equilibrio que aporte un poco de felicidad a las dificultades y quita del camino las piedras de la desdicha en los tiempos de placer. Es la constatación de a lo que podemos aspirar es a ser felizmente infelices o infelizmente felices, lo de felizmente felices además de mentira suena a tomadura de pelo.

En lo que se refiere a “Personajes Estrafalarios” es como un paseo de la mano de los lectores para asomarnos al escaparate de la vida y este gran teatro del mundo en el que la mayoría de las veces solo nos dejan ser espectadores cuando quisiéramos ser protagonistas , y en el que nos tuteamos con los vividores del poder, los esclavos de su necesidad , aquellos que viven alrededor de los que mandan , con curiosos personajes  y en unos escenarios y vestuarios que aunque estén pintados de imaginación , bien podrían ser cualquiera de nuestras calles o plazas.

 Este nuevo libro, Cabezas y gorros, que presentamos el martes 29 en Algeciras es un juego de papeles, de tiempos, espacios y personajes  con los que lo mismo nos montamos en el tiovivo del disparate, que nos divertimos con el juego del quita y pon  acompañado de una tropa que nos puede resultar familiar  y unos actores raros y entrañables rodeados de cositas buenas.

Es una invitación  al divertimento  que supone adentrarse el mundo mágico de sus páginas, un intento de estimular la imaginación y la creatividad, un retrato, una invitación a que leer y pensar al mismo tiempo pueden ser dos ejercicios divertidos.

Por tanto creo que las tres son obras que a modo de ensayo nos plantean cuestiones distintas aunque en ocasiones utilicen el mismo vehículo de esos personajes entre lo singular, lo cotidiano, lo estrafalario, lo vulgar o lo excepcional.

¿Por qué su obsesión por analizar la sociedad?

No es obsesión, si no estaría invalidado para analizar la realidad ya que sería víctima de una  fijación que acaba convirtiéndose en fanatismo. Si es curiosidad, tal vez influenciada por mi actividad profesional, la psicología, mi dedicación a la  política y mi afición al periodismo. Son tres campos, en los que si no alimentas la curiosidad  por el comportamiento humano y todo lo que ocurre a tu alrededor  es como si estuvieras muerto.

¿En qué personajes le encontraremos a usted?

Los personajes son hijos de quien los escribe y terminan siendo cómplices de cada lector. Todos y cada uno de los personajes que escribo tienen algo de mi, pero no soy ni estoy en ninguno de ellos, quizás por que los escritores como los terapeutas hemos de establecer cierta distancia, si queremos descubrir los aspectos y las facetas de cada quien y de cada cual.

 De todas formas, es posible que alguien en la lectura del libro, me identifique con alguno de ellos, pero ese es un proceso y una dialéctica personal en cada espacio y momento, que es imprevisible, apasionante y sorpresivo.

¿Es un libro en clave local?

Está inspirado en la realidad que me toca vivir cada día, pero no es un libro en clave local, sino una obra Caracteres como diría el filósofo griego Teofrasto, en la que intento establecer una complicidad con el lector para que analicemos juntos algunas virtudes y defectos de nuestro tiempo. Su clave es por tanto más ambiciosa y universal aunque su origen sea la observación de lo local.

¿Es difícil editar hoy en día?

Muy difícil, ya que como se suele decir tópicamente “no corren buenos tiempos para la lírica”, ni en la prosa ni en la poesía  y además de existir una profunda crisis económica, hay una crisis social y de valores que afecta a la creación literaria como a otros muchos campos.

¿Por qué optó por una editorial privada  y no recurrió  a la financiación pública, dada su carrera política que entiendo debe ayudarle si busca contactos?

Fundamentalmente por tres razones. En primer lugar, quienes me conocen saben que jamás he mezclado mis actividades públicas y privadas o me he aprovechado de mi situación de poder, creo que las responsabilidades  institucionales son por encima de todo compromiso y servicio a la Comunidad.

Además en estos momentos no está la administración publica para ponerse a editar libros, salvo aquellos que sean del interés general para la ciudadanía o propician investigaciones en campos que no tienen cabida desde el punto de vista de la iniciativa privada.

 Y finalmente, y lo digo con todo respeto y humildad, y a pesar de que soy un defensor de lo público bien gestionado, sería auto engañarme y optar por lo fácil sin correr ningún riesgo, y quería medir mis posibilidades en el mercado como cualquier otro escritor, y he decir en honor a la verdad que he tenido la suerte de toparme con Jesús Lebrero y su editorial Absalon que ha apostado por los autores andaluces y desde un principio confió en mi obra.  

Vuelve al Kursaal a presentarlo ¿Le gusta o es que le trae suerte?

Ambas cosas, me gusta este Edificio singular del tarifeño Pérez Villalta y cuya obras fueron dirigidas por el arquitecto algecireño Enrique Salvo, pero es que, aunque no soy supersticioso, he de confesar que para mi ese anfiteatro tiene baraka.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *