Agentes del Cuerpo Nacional de Policía afectos al Grupo II de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO), perteneciente a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Policía de Algeciras han desarticulado durante el año 2011 un total de 24 puntos de venta de droga, de los denominados “al por menor”, que suministraban sustancias estupefacientes directamente a los consumidores.
En la desarticulación de estos puntos de venta se han incautado distintas sustancias estupefaciente (cocaína, heroína, hachísh, marihuana, plantas de cannabis sativa y pastillas con distintos principios activos), así como distintos bienes personales y utensilios relacionados con la venta de estas sustancias. Además, se han detenido a un total de 333 personas, todas las cuales pasaron a disposición judicial, y muchas de ellas ingresaron en prisión por orden judicial.
Hay que señalar, que entre los puntos de venta desarticulados se encontraban algunos que ya lo habían sido anteriormente, incluso en más de una ocasión, y que no existe una zona geográfica específica donde se agrupaban estos puntos de venta, sino que estaban repartidos por toda la ciudad, principalmente en domicilios particulares. Algunos eran de los denominados telecoca, en los que la venta se realizaba por encargo telefónico.
La investigación para la desarticulación de muchos de estos puntos de venta es realmente compleja, principalmente debido a que los compradores son personas de confianza del narcotraficante y no suelen colaborar con la investigación, y otras veces hay dificultad en la detección y vigilancia de las operaciones que se realizan en los mismos. En la desarticulación, suelen colaborar otras unidades del Cuerpo Nacional de Policía, principalmente la UPR y los Guías Caninos, ambas unidades pertenecientes a la Brigada Local de Seguridad Ciudadana.
Por la importancia que tienen estas actividades delictivas, la Comisaría Local de Algeciras presta una especial atención y dedicación a la investigación de este tipo de hechos delictivos. Sirva como ejemplo decir, que los “clientes” de algunos de estos puntos de venta eran personas muy jóvenes, y en otros casos la venta se producía a personas con un gran deterioro físico, muchas de ellas sometidas a procesos sanitarios de deshabituación, dificultándose con la recaída dichos procesos de rehabilitación sociosanitaria.
