Llega el otoño y con él la berrea del ciervo, uno de los espectáculos más estremecedores del parque natural de los Alcornocales. Empieza en septiembre y varias entidades organizan incursiones en el bosque para asistir a este ritual de celos y batallas entre los ciervos que luchan por hacerse con su harén y perpetuar la especie con los cervatillos que nacerán en primavera.
Los ciervos -más conocidos en la zona como venados- cuentan en Los Alcornocales con una población de en torno a los 35.000 ejemplares que cuando acaba el verano se baten en una lucha sin cuartel por cubrir a las hembras.
La berrea comienza con los bramidos y continúa durante varios días con la batalla en la que chocan sus astas hasta quedar exhaustos. El sonido envuelve el corazón del parque y sus ecos se escuchan en un entorno de varios kilómetros, especialmente al amanecer y también cuando cae la tarde.
Este fenómeno natural dura cerca de un mes, suele empezar en septiembre -según el clima- y se prolonga hasta bien entrado el mes de octubre o de noviembre.
Cuando se acerca la fecha, varias empresas anuncian rutas para conocer la berrea del ciervo y otras tantas las organizan a petición de los interesados.
La Asociación de Senderismo Vulpes en colaboración con la Delegación de Turismo de la Villa de Los Barrios ha programado visitas para los sábados 17 de septiembre y 1 de octubre, partiendo desde el Punto de Información del Parque Natural de Los Alcornocales, siendo estimada la duración de la visita de unas cinco horas y media.
Por otro lado, la empresa Genatur en colaboración con la Delegación de Turismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules organizarán visitas nocturnas a la berrea los días 16, 17, 23 y 24 de septiembre.
Las excursiones son nocturnas, duran unas cuatro horas y hay que ir provisto de ropa adecuada para el senderismo -que pase desapercibida- y algo de abrigo, además linterna y prismáticos.
Finalmente, Educam Rural y el Aula de la Naturaleza El Picacho del Parque Natural de los Alcornocales organizan visitas a la berrea del ciervo los días 23, 24 y 25 de septiembre, en los que por un precio de 75 euros por persona los que deseen participar disponen de alojamiento y pensión completa, además de una programación de actividades tales como rutas nocturnas, presentación de un monográfico, curso de iniciación a la escalada y al rappel, itinerario la Sauceda, rolplay: realidad ambiental e itinerario ornitológico.
Herbívoros, errantes y noctámbulos, los venados de los Alcornocales son de color grisáceo en invierno y pardo rojizo en primavera, superan los cien kilos de peso y en julio se encuentran en su máximo esplendor. En la Sierra de Cádiz es la especie de caza mayor con más importancia cinegética y en los Alcornocales encuentra su refugio ideal.
Una vegetación desbordante
Su microclima, muy cercano al de las zonas tropicales, ha favorecido la proliferación de una vegetación exuberante, casi impenetrable con estrechos y profundos valles fluviales denominados canutos.
El parque cuenta con una superficie de 170.025 hectáreas y se extiende por la provincia de Cádiz de norte a sur, limitando al norte con el parque de Grazalema y al sur con el parque natural del Estrecho de Gibraltar.
Habituales de este parque -desde el que se divida la costa africana- son el buitre leonado y el búho real. Corzos, nutrias y meloncillos encuentran también su hábitat en este parque, considerado el bosque mejor conservado de Europa.
Cigüeñas, águilas calzadas, halcones y numerosísimas especies se dan cita en este entorno excepcional para los ornitólogos y en el que se puede practicar el descenso de cañones, el piragüismo, visitar restos arqueológicos o dar un paseo en globo aerostático. Aunque sólo pasear por los milenarios bosques de alcornoques es ya una aventura.
Foto: JUAN TÉBAR