Y el tiempo nos dió la razón, el cable se rompió y ahora todos callan

IAM/Redacción Más de 6.000 personas protestaron en su día contra la instalación, cargas policiales, heridos y nada, el cable se instaló. Hoy la realidad nos devuelve a aquellos días, el cable ya lleva dos meses roto y ha vertido al fondo del Estrecho el aceite contaminante contenido en su interior, en una extensión de 27 Km.

No sabemos el impacto que ha tenido sobre los fondos marinos, ya que el suceso se dio en el pasado mes de octubre y a fecha de hoy, no se ha aportado ninguna noticia por parte de la administración sobre las consecuencias de este desastre.Agaden exige la dimisión de cargos en la Red Eléctrica de España, así como en el gobierno por ocultar la rotura del cable.

 

Todo comenzó en el año 1995. De manera casi silenciosa. Con el proyecto de una multinacional eléctrica interesada en el continente africano y un reducido grupo de personas preocupadas por las incidencias que los campos magnéticos podrían generar en la salud de la población. De ahí al caos sólo bastaron algunas reuniones, el convencimiento de muchos de que el cable era perjudicial, la opulencia de la compañía eléctrica, intereses políticos encubiertos y la cabezonería de muchos.Los ciudadanos comenzaron a exigir explicaciones al Gobierno local, presidido por aquel entonces por el socialista Antonio Ruiz, que optó por señalar que la infraestructura se tenía que poner porque era de interés general y no cabía más rechazo. Aquello se convertiría a la postre en el mayor error político del alcalde tarifeño más votado en toda la historia de la democracia.

Sus adversarios consiguieron integrarse en la Plataforma contra el cable de 400.000 voltios y alimentar una simiente que devino con la derrota socialista a los siguientes comicios y el triunfo de José Fuentes, con el grupo independiente TAIP, surgido coyunturalmente a raíz de la polémica.Por su parte el movimiento ecologista y social montó el 19 de febrero de 1995 en la playa de La Tortuga un campamento a pie de las obras. Con la ocupación de la arena de la playa para que no se construyera el cable se iniciaba una resistencia pacífica y activa.Ante el inminente inicio de las obras en marzo del 95 el pueblo se tira a la calle y consigue su paralización. Al mes siguiente se produce la primera de las cargas policiales que se saldó con más de una treintena de heridos y donde un ciudadano perdió uno de sus ojos. Fue el 11 de abril de 1995 y supuso un momento de inflexión. Las obras se paralizaron y comenzaron las negociaciones entre Red Eléctrica, el Consistorio y la Cofradía de Pescadores para fijar una cantidad en concepto de contrapartidas. Unos 10,8 millones de euros concretados por el entonces alcalde, José Fuentes Pacheco, y el director general de la empresa, Gerardo Novales, en la sede del Gobierno Civil de Cádiz el 19 de diciembre de 1996.

Tres días antes se iniciaron de nuevo las obras ante un enorme rechazo social que culminó en febrero con el sabotaje de algunas torretas eléctricas, el destrozo de vallado de las obras y dos brutales cargas policiales que dejaron numerosos heridos, dos de ellos de gravedad y media docena de detenidos. La segunda carga policial acabaría por mermar los ánimos de la Plataforma Anticable y se reanudarían las obras para que finalmente a los pocos meses de su terminación la infraestructura estuviera operativa.protagonistas

 

Protagonistas del cable fueron:

Antonio Ruiz (PSOE), cuya disciplina de partido le costó el puesto; José Fuentes Pacheco (TAIP), activista contra el cable en los inicios que hizo famoso la frase electoral “si el cable se pone me tiro a la zanja” y que cuando accedió al poder, accedió a la instalación; Antonio Vegara y Nieves García, el primero presidente de Agaden; y García Benito, que accedería al Gobierno de Fuentes Pacheco siendo la primera tránsfuga del Consistorio, ya que abandonó las siglas de IU, para poco después pasar a la oposición.Ya en 2005 se anunciaron las obras de la segunda interconexión eléctrica con Marruecos bajo la denominación de Proyecto REMO que supuso una inversión de 115 millones de euros. Ocho millones de euros fueron destinados a medidas compensatorias de carácter medioambiental y social.

El segundo cable fue inaugurado el pasado día 5 de marzo de 2007, con la presencia del entonces ministro de Industria, Joan Clos, y sin ningún tipo de incidente en el municipio. Pero la ciudadanía aún sigue lamentando la aparición de aquel cable que dividió a Tarifa.

Hoy el cable se rompió (lleva ya dos meses) y nadie da la cara, nuestro entorno se degrada y siquiera hay información, de nada sirve decir “te lo dije” pero al menos podemos acordarnos de aquellos hijos de la ambición, por no faltar al respeto a sus madres…. 

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