Los problemas crecen entre la plantilla de trabajadores municipales de La Línea de la Concepción, a la que se les adeudan ocho mensualidades, y especialmente en lo que respecta a la Policía Local. Tras patrullar en autocares, ante la falta de vehículos, denunciar la escasez de material, incluso uniformes, ahora tienen que convivir, en la Jefatura, con los roedores.
El Sindicato de Policía Local de La Línea (SPLL) ha denunciado la situación que pone de manifiesto, una vez más, el caos en el que está sumida la administración que gobiernan PSOE y PA. Se da la circunstancia, además, que la delegada de Seguridad Ciudadana, es la propia alcaldesa que está teniendo numerosos problemas con la plantilla de agentes debido, especialmente, al impago de los salarios.
Casualidad o no, lo cierto es que tras la denuncia pública y con imágenes evidentes de la presencia de ratas en las dependencias policiales, la primera autoridad municipal ha emitido un comunicado en el que admite la situación pero añade que “ya se está trabajando para solventarlo“, todo ello mediante diversas obras que dice se están ejecutando en las oficinas policiales y también con las tareas de desratización que lleva a cabo una empresa especializada. Hasta ahora, según la explicación de Araujo, “no ha podido hacerlo ya que estaba efectuando otras tareas en los colegios”.
Los agentes lamentan que tengan que estar prestando su servicio con numerosas carencias: “Las ratas están ahí como se puede ver”. Pero también recuerdan los numerosos problemas que están sufriendo debido a la gestión del gobierno local. “Ellos siempre nos dicen que han recibido una herencia muy mala“, pero ese argumento cada vez tiene menos consistencia, tanto entre los efectivos de seguridad como en el resto de la plantilla. “Son ya dos años” y si bien es cierto que en lo últimos 18 meses han estado percibiendo sus salarios con relativa normalidad “la deuda no sabemos cuando se abonará”.
Mientras desde el equipo de gobierno insisten en que están trabajando en ello, pero la realidad es que el dinero no llega y las ratas se han convertido en compañeras de los policías.