IAM/Redacción El pasado mes de septiembre el número de parados creció en 19.720 desempleados, mientras que la afiliación a la Seguridad Social también aumentó, al subir una media de 12.182 afiliados. No todos los años ocurre esto en septiembre y puede resultar confuso que ambos indicadores crezcan al mismo tiempo.
¿Por qué sube el paro y la afiliación a la Seguridad Social?
Por lo general se tiende a pensar que si sube la afiliación a la Seguridad Social es porque los trabajadores, antes parados, han encontrado trabajo. Al fin y al cabo, si hay más gente cotizando debería haber menos gente en el paro ¿no?
La realidad es que aunque ambos indicadores están relacionados no lo hacen de manera directa y cada uno tiene sus características propias que hacen que varíen de manera independiente. En EuropaPress.es han entrevistado a Sara de la Rica, investigadora de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) y especialista en el mercado laboral, para poder explicarte en profundidad cómo funcionan estos indicadores.
¿Por qué sube el paro?
El aumento del paro se puede deber a múltiples razones: En primer lugar, puede aumentar porque algunas personas ocupadas pierdan su empleo y se den de alta en el paro. En segundo lugar, porque personas antes registradas en los Servicios de Empleo renueven su situación de parados volviendo a entrar en las listas del paro. Por último, el paro puede subir porque personas que antes no trabajaban ni buscaban empleo cambien de opinión y se registren en busca de una oportunidad laboral.
En el primero de los casos (una persona que pierde su empleo y se apunta al paro) un aumento del paro sí supone una bajada de la afiliación, ya que la Seguridad Social pierde un cotizante. Pero en los otros dos casos el aumento del paro no supone una variación de la afiliación.
¿Por qué sube la afiliación?
El aumento en el número de afiliados a la Seguridad Social se produce cuando el número de personas que no estando ocupadas en el mes anterior pasan a estar ocupadas, bien por cuenta ajena, o por cuenta propia (autónomos), es mayor al número de personas que estando ocupadas en el mes anterior dejan de cotizar en este.
¿Qué ha sucedido en septiembre?
La especialista de FEDEA nos explica que septiembre es un mes propicio para que todos aquellos que no han renovado su condición de parados en los meses de verano, bien por tomarse vacaciones o bien por considerar que la temporada veraniega es poco propicia para que muchas empresas no relacionadas con el sector turístico contraten.
Estos individuos que ingresan en el paro dejarían de ser inactivos para ser parados, lo que aumentaría el paro registrado pero sin que esto suponga ningún cambio en el número de empleados, es decir, en la afiliación.
Por supuesto, también sucede que en septiembre muchos trabajadores de la temporada veraniega pierden sus empleos en agosto o septiembre, lo que provoca un aumento del paro derivado de individuos que pasan de estar ocupados a desempleados. Este cambio en el número de parados si guarda relación con un cambio en los ocupados.
Sara de la Rica hace hincapié en el aumento de mujeres y jóvenes que se han incorporado al paro este septiembre. En el caso de las mujeres, de la Rica confirma que a lo largo de esta crisis estamos viendo cómo una enorme cantidad de amas de casa, que no habían trabajado antes, se apuntan al paro “porque el cabeza de familia va a perder su trabajo o porque ya estando parado está a punto de perder la prestación por desempleo”.
El caso de los jóvenes es algo más significativo, ya que los menores de 25 no suelen renovar el paro en verano, bien por vacaciones o porque las empresas ajenas al sector turístico están menos activas en términos de contratación. En septiembre todos estos jóvenes vuelven a reanudar la búsqueda activa de empleo. También hay que tener en cuenta los titulados que una vez terminada la universidad tratan de incorporarse al mercado laboral en septiembre registrándose en el paro.
Aunque son muchos los flujos que interceden simultáneamente en el mercado laboral, como nos reconoce la experta, ciertos sectores registran año tras año comportamientos similares. El caso más significativo es el de la educación, que en septiembre registra un gran aumento de la afiliación a la Seguridad Social con el comienzo del curso. Este aumento viene precedido de un descenso casi de la misma magnitud en los meses anteriores por el despido de estos trabajadores, en la mayoría de los casos temporales.
“Este aumento tan significativo en el número de ocupados en el sector de la Educación tiene un vago reflejo en el cambio de parados. Muchos de los ocupados en el sector educativo que pierden su empleo en los meses veraniegos no figuran como demandantes de empleo en los Servicios Públicos. Muchos saben volverán a ser contratados por la misma empresa en septiembre, al comienzo del nuevo curso”, nos explica de la Rica.
Estos individuos pasarían, en los meses veraniegos, de ocupados a inactivos, mientras que en septiembre pasarían directamente de ser inactivos (no estaban registrados como parados) a ser ocupados. Este es un claro ejemplo de cómo es perfectamente posible que se produzcan cambios notables en la afiliación a la seguridad social (tanto aumentos como disminuciones) sin que eso guarde relación con los cambios en el registro del paro.