– El candidato a la reelección como alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, se ha referido al Plan de Ajuste llevado a cabo por el actual equipo de Gobierno municipal, que ha permitido equilibrar las cuentas municipales. Ahora, recuerda Landaluce, “los gastos ya no superan a los ingresos, se prestan mejores servicios pero a un coste más barato, y por supuesto se ha empleado parte de ese ahorro en reducir la presión fiscal especialmente a los más necesitados”.
Pero no está todo hecho, explica el candidato popular, “ya que partíamos de una situación tan desastrosa que todavía es necesario continuar saneando la hacienda municipal, por lo que reafirmándonos en que la economía estará siempre al servicio del ciudadano, consideramos que se deben adoptar una serie de medidas que pasarán por dar continuidad a la elaboración de Presupuestos realistas y equilibrados cuyas prioridades sean la creación de empleo, las políticas sociales y las inversiones en la ciudad”.
Ni que decir tiene que, continuando con la política de austeridad, “seguiremos con el estricto cumplimiento del Plan de Ajuste siguiendo con nuestra política de austeridad, eliminando cualquier tipo de gasto superfluo o suntuario. Se trata, en definitiva, de afianzar la política de mejorar los servicios municipales pero sin incrementar sus costes”, explica Landaluce.Continuaremos luchando contra el fraude fiscal y mejorando los padrones contributivos, para poder mantener nuestra política de reducción de las tasas y los impuestos municipales, con especial incidencia en el IBI, a través de la actualización del valor catastral de las viviendas, ya reducido en un 22 % en el presente mandato.
Mejoraremos las normas de transparencia de la información económica, especialmente en materia de procedimientos de contratación, subvenciones, coste efectivo de los servicios, retribuciones y fondos invertidos, para que a través de la página web municipal el ciudadano tenga un control efectivo sobre toda la gestión municipal. Hace cuatro años, concluye Landaluce, los distintos gobiernos del PSOE en la ciudad habían dejado el Ayuntamiento en una situación técnica de bancarrota, con más de 250 millones de deuda, los proveedores no cobraban y la mayoría de los proyectos y suministros estaban paralizados. De nada había servido el “catastrazo” que nos colocó en el primer lugar de la provincia en presión fiscal, ya que el descontrol del gasto y el despilfarro impedían una adecuada prestación de los distintos servicios municipales.