Durante los últimos fines de semana de agosto, el cuerpo de seguridad de Gibraltar, ha denunciado la incursión de varios grupos de motos de agua en las zonas reservadas para el baño en las playas del Peñón.
Las costas gibraltareñas han vuelto a convertirse en escenario de polémica. Aunque esta vez no se trata de las aguas en litigio, la jurisdicción de las distintas autoridades que operan en la zona ha sido uno de los factores determinantes.
Según explican fuentes del gobierno encabezado por Fabián Picardo, un grupo de cinco jóvenes provenientes de algún punto de la costa española han realizado hasta tres incursiones con sus motos de agua en dos semanas en las playas del Peñón. Concretamente, los motoristas de las ‘jet ski’ han protagonizado dos incidentes el fin de semana del 23 y 24 de agosto y otro el pasado.
Los altercados y según el comunicado del Gobierno de Gibraltar se desarrollaron en las playas de Santa Bárbara y Souvenir, ambas en tierras del Peñón, durante un tiempo que osciló entre los quince y los veinte minutos. La intención de estos españoles, según explican las fuentes del Peñón, era molestar a los bañistas gibraltareños, para lo que invadieron la zona de balizas reservada al baño.
La repetida denuncia de varios bañistas presentes finalizó con la participación, en todos los casos, de al menos una patrullera de la Royal Police y la persecución de las motos por aguas españolas.
Los enfrentamientos entre los motoristas y la Royal Police desembocaron, en las tres ocasiones, en situaciones y maniobras agresivas y peligrosas por parte de ambos tipos de embarcación.
Según añaden las fuentes consultadas, en este momento la policía gibraltareña continúa investigando tanto el origen como la identidad de los protagonistas de los incidentes en sus playas.
Las autoridades aún no poseen datos concluyentes, aunque las sospechas apuntan a que el origen de las motos de agua se encuentra en el lujoso puerto de Sotogrande, donde atracan ‘jet ski’ cuyo modelo y cilindrada poseen las mismas características de las de los participantes en la incursión.
Dado que las autoridades gibraltareñas consideran que el escenario de estos enfrentamientos se desarrolló en “las aguas británicas del Peñón”, la Guardia Civil, encargada de preservar la paz en la costa, no fue avisada en ningún momento para intervenir en la detención del grupo de maleantes.
Un veterano agente de la Guardia Civil gaditana, confirma que la Royal Police no ha solicitado en ningún momento su colaboración en el esclarecimiento del proceso. Confiesa no extrañarles esta situación, ya que la complicada situación que atraviesan ambas autoridades, gibraltareña y española, ha provocado el cese de las relaciones de cooperación entre cuerpos de seguridad. “Si no nos piden ayuda con el control del contrabando ni el del narcotráfico, tampoco nos van a pedir ayuda en la investigación de este altercado”.
A continuación les ofrecemos las imágenes de dichos incidentes.