La asamblea de trabajadores del servicio público de autobuses urbanos irá a la huelga a partir del 21 de noviembre si no se normaliza el cobro de sus salarios. La asamblea ha optado por las medidas de presión ante la demora en el cobro de sus salarios. El servicio está gestionado por la empresa Grupo Ruiz y al día de hoy la plantilla no ha cobrado el mes y se les adeuda la paga extra de verano, según ha informado el presidente del comité de trabajadores, Ángel Santiago. Además, la plantilla ha decidido que presentará todos los meses preaviso de huelga, que ejecutarán si no cobran sus mensualidades entre los días 5 y 8 de cada mes.
Y ante esta anuncio de huelga para el día después del 20 N, en un servicio tan necesario como el del transporte público, se imponía una reunión entre responsables del gobierno municipal y de la empresa. “El Ayuntamiento no puede pagar medio millón de euros al año por el servicio de autobuses y hay que buscar una vía para reducir coste”. Este es el mensaje transmitido por el concejal de Hacienda a la dirección del Grupo Ruiz, empresa concesionaria del servicio urbano de autobuses. “Debemos de amoldarnos a nuestras posibilidades y no a lo que no podamos pagar”, ha manifestado el concejal de Hacienda, Luís Ángel Fernández tras la reunión que ha mantenido con el responsable de la empresa. El Grupo Ruiz se hizo cargo del servicio urbano de transporte el pasado mandato municipal, cuando el área estaba al cargo del edil de IU Javier Soto. Ambas partes firmaron un convenio por el que la empresa se hizo cargo del servicio, renovó la flota con nuevos autobuses y el Ayuntamiento se comprometió a pagarle anualmente 500.000 euros. Al día de hoy, el consistorio adeuda una cifra aproximada a millón y medio de euros al Grupo Ruiz, que al no recibir este dinero tiene problemas para estar al día en el pago a sus trabajadores. Como cobran con retrasos, los trabajadores han convocado una huelga.
Este acuerdo pasa, según la propuesta municipal, con una reducción de este canon de medio millón de euros, lo que en teoría debe suponer una reducción de la calidad del servicio. Como ambas partes quieren mantener una buena calidad, es necesario buscar nuevas vías de rentabilidad. En la reunión se puso sobre la mesa un dato preocupante: se ha reducido a la mitad el número de usuarios del transporte urbano. Por tanto, es preciso que haya más ciudadanos que usen el servicio de autobuses. ¿Cómo lograrlo? El Ayuntamiento deja esta papeleta en manos de la empresa, entendiendo que el Grupo Ruiz es especialista en la materia.