El propietario del Restaurante Cepas, Alberto Taja, ha leído el manifiesto del colectivo al término de la manifestación en la Plaza Alta. Ha reivindicado que “todos estamos aquí con un objetivo común: defender nuestra fuente de trabajo, nuestra forma de vida”. Ha puesto de manifiesto que los negocios del sector “han demostrado que son uno de los más responsables, al que más normas se le ha impuesto y hemos cumplido con cada una de ellas, desde la reducción del aforo, el distanciamiento y la desinfección de los locales”.
Asimismo ha recordado que multitud de sectores dependen de la hostelería como agricultores, pescadores o distribuidores.
El colectivo ha resaltado que la situación se ha vuelto insostenible tras las últimas restricciones impuestas por la Junta de Andalucía y que les obliga a echar el cierre a las 18.00 horas.
Sus reivindicaciones son claras: quieren trabajar y que se pongan en marcha medidas económicas que palíen las restricciones impuestas. Se sienten engañados e injustamente señalados ya que entienden que no hay evidencias científicas que señalen a la hostelería como foco de contagio.
También se ha puesto el acento en el sector del ocio nocturno, uno de los más perjudicados por la pandemia y cuyos locales llevan ocho meses cerrados.
