Europa condiciona cualquier pacto sobre Gibraltar al visto bueno de España

IAM/Redacción  No hay ninguna referencia a Gibraltar en la resolución y las enmiendas de diputados británicos han sido rechazadas. Foto Nigel Farage gesticula y avisa que Gibraltar puede bloquearlas negociacioenes sobre el Brexit

Tras la toma de posiciones de Reino Unido, de las otras 27 capitales y del Consejo Europeo, la Eurocámara ha impuesto hoy su propia batería de condiciones y exigencias de cara a la negociación del Brexit. Una lista de ideas, líneas rojas y mensajes entre las que destaca la ausencia de cualquier referencia a Gibraltar.En este punto de la negociación (y teniendo en cuenta que ésta ni siquiera ha empezado oficialmente) la institución no tiene un papel oficial.

La resolución no es vinculante ni puede forzar nada, pero el Parlamento Europeo tiene que verificar en última instancia el acuerdo de divorcio, por lo que su voz deberá ser escuchada en todo momento. Hoy en Estrasburgo, el pleno ha aprobado por una clara mayoría (516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones) sus principios y condiciones, tras un largo debate en el que han participado representantes de todos los partidos, familias políticas e intereses, geográficos o ideológicos. Un choque a ratos bronco, con el siempre estrambótico Nigel Farage, de UKip, acusando a los colegas de “comportarse como gangsters” por hacer “peticiones imposibles”.Una discusión con la presencia del presidente Jean-Claude Juncker y el negociador jefe europeo, Michel Barnier, quien ha avisado: “el diablo está claramente en los detalles”.

El francés cree posible un acuerdo en 18 meses, pero es de los pocos en Bruselas con tanto optimismo.La resolución adoptada por el Pleno es mucho más contundente de lo que ha sido la reacción de los gobiernos o de la Comisión tras la velada amenaza de Theresa May de vincular un futuro acuerdo económico entre la UE y Reino Unido (a realizarse o firmarse después de que se consume la ruptura) a cuestiones de seguridad. Igualmente, el texto de los eurodiputados deja claro que será imposible una relación económica “a la carta”, basada en acuerdos sectoriales. O que el estatus del futuro pueda ser siquiera similar al actual. Estar fuera es estar peor, han avisado.La Eurocámara puede ser y es mucho más dura que los negociadores oficiales. Por ejemplo cuando asegura que no se firmará ningún texto que implique permitir a Londres un acceso al mercado único si no van de la mano de la libertad de movimiento de bienes, capitales, servicios y personas. Barnier ha sido menos concreto, pidiendo tan solo “unidad, acabar con las incertidumbres y hacer las cosas de manera ordenada”.

El texto dice que sólo tras lograr “avances sustanciales” en las conversaciones para el acuerdo de retirada, podrán comenzar las negociaciones sobre posibles disposiciones transitorias. En cualquier caso, los acuerdos transitorios (si no da tiempo a terminar la negociación en los dos años que fija el invocado Artículo 50) no podrán extenderse más allá de tres años.Las líneas rojas del Parlamento son varias. Para empezar, que los intereses de los ciudadanos deben estar en el centro de las discusiones, señala la resolución. Los eurodiputados quieren un trato justo para los ciudadanos de la UE en Reino Unido y los británicos en otros Estados miembros. El estatuto y los derechos de ambos deben estar sujetos a los “principios de reciprocidad, equidad, simetría y no discriminación”, subrayan. Además, el texto advierte al Reino Unido contra cualquier intento de tocar los derechos de los europeos antes de que la salida sea oficial Uno de los puntos calientes del debate y la discusión previa ha sido Gibraltar. No hay ninguna referencia al Peñón en la resolución y las enmiendas presentadas por los diputados británicos y apoyadas por varios independentistas catalanes han sido rechazadas.¿Qué quiere decir esto? Los líderes de las principales fuerzas (Populares, Socialistas, Liberales, la Izquierda Unitaria y los Verdes) han logrado consensuar un texto en el que la palabra Gibraltar no aparece ni una sola vez.

Y no por casualidad. No había apoyo para un recado tan fuerte como el del borrador de las directrices del Consejo Europeo, la famosa cláusula 22 que dice que “ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá ser aplicado en el territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre España y Reino Unido”.Eso era demasiado para algunos grupos así que se optó por la segunda mejor opción para los españoles: ninguna referencia en absoluto al peñón. Un discurso de líderes como el popular Manfred Weber, recordando una y ora vez que los intereses de España son los de la UE a partir de ahora en esta disputa. Y además, pacto para rechazar las enmiendas británicas que pedían incluir a la Roca.

La cámara en cambio sí hace una mención especial a la situación de Escocia o a Irlanda, ya que el país “se verá especialmente afectado por la retirada del Reino Unido” y pide abordar la cuestión en el acuerdo de salida. El Parlamento insta a todas las partes a mantener su compromiso con el proceso de paz en Irlanda del Norte y que se evite el restablecimiento de una frontera física con la República de Irlanda. Pero nada sobre Gibraltar, un mensaje directo a Londres sobre qué bando han escogido los grupos comunitarios.

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