TCAM-NACIONAL/DAVID SAN JOSÉ
Nunca ha sido el más rápido, ni el más habilidoso, ni siquiera el mejor goleador, pero si uno de los mayores ejemplos de profesionalidad que ha dado la historia del fútbol. A base de trabajo, Raúl González Blanco se ha ganado el respeto de todo el planeta.
Hoy ha anunciado lo que ya era un secreto a voces… abandona el fútbol de élite, pero no para retirarse, sino para seguir disfrutando del deporte rey en un lugar exótico. Estados Unidos y los Emiratos Árabes son sus posibles destinos.
16 años en el Real Madrid y dos más en el Schalke. 550 partidos en Primera División y 228 goles. Los números avalan al sempiterno capitán, aunque si hablamos de datos, sin duda, la Champions League es la competición fetiche del madrileño… 71 goles en 144 partidos le han llevado a ser el máximo goleador de la historia de la Copa de Europa.
Raúl, simplemente Raúl, quizá el nombre español más repetido en todo el mundo. Sus cualidades técnicas, a años luz de las de Messi, Cristiano o Iniesta no le han impedido ser uno de los deportistas españoles más importantes de todos los tiempos. Garra, pundonor, coraje y trabajo, siempre trabajo, han llevado a Raúl a la cima del fútbol. Tiene exactamente los mismos valores que históricamente ha exigido el Bernabéu… ADN Real Madrid.
Campeón de casi todo, el fútbol no le ha tratado todo lo bien que se hubiese merecido. Allá por 2001, Michael Owen le escamoteó un Balón de Oro en un año en el que el delantero blanco había deslumbrado a todo el mundo. Aunque, sin duda, el mayor lunar de Raúl ha sido la Selección Española. Y es que la mala suerte ha hecho que el madrileño coincidiese con los Iniesta, Xavi, Silva y compañía en el final de su carrera.
Para el recuerdo, ha dejado imágenes y goles inolvidables. La famosa cuchara, con la que Raúl consiguió infinidad de goles o el tanto que, posteriormente, pasaría a llamarse Aguanís, en el que deja tumbados a dos rivales antes de sentenciar la Intercontinental frente al Vasco da Gama…
Ahora, deja la competición de alto nivel, pero el Señor Raúl (así es conocido en Alemania) continuará jugando al fútbol lejos, muy lejos. En tan sólo dos años ha conseguido ganarse el corazón de toda la hinchada minera, tanto es así, que el Schalke ha decidido retirar el dorsal número 7.
En el Madrid, debutada con 17 años en La Romareda, de la mano de Jorge Valdano y el destino quiso que su último gol también se lo hiciese al Zaragoza. Lesionado, cojo, como el Cid Campeador, montó en su caballo Babieca y le llevó hasta su destino natural, el gol. Después, pidió el cambio. Fue el último servicio al club de su vida, al de su corazón, al que dedicó todo su esfuerzo. Suerte en la vida Capitán.