La vicesecretaria del Partido Popular Juana Cid ha señalado que la actividad más relevante de la parlamentaria de Izquierda Unida Inmaculada Nieto ha sido su complicidad con el Partido Socialista en el Gobierno autonómico para tratar de tapar el escándalo de los ERE´s y que los ciudadanos no sepan dónde han ido a parar los mil millones de euros de los parados andaluces que pagamos todos con nuestros impuestos. Nieto olvida también que su apoyo y el de su partido a la gestión socialista en San Telmo es también un apoyo tácito a las políticas que sitúan a Andalucía a la cabeza de las comunidades en las que el paro sigue creciendo, tal y como ocurre en todas las que gobierna el Partido Socialista. Nieto ya demostró ser capaz de eso y de mucho más y se ha aferrado a su cargo para seguir disfrutando de las prebendas que le otorga su status como parlamentaria andaluza. A Nieto le pagan todos los andaluces para levantar la mano cuando se lo exige el Partido Socialista para seguir cobrando su sueldo, y el carácter reivindicativo del que supuestamente hacía gala en anteriores etapas se ha convertido en un servilismo vergonzante. Otra de las cuestiones sobre las que incide la responsable popular es en el desprecio que la formación “de izquierdas” mantiene con la ciudad de Algeciras ya que es pública y notoria su ausencia a la gran mayoría de los actos que tienen lugar en el municipio. La parlamentaria tiene la desfachatez de criticar a los demás pero no es capaz de asumir su responsabilidad algunos en temas que han costado mucho dinero a los algecireños y que son fruto de su “gestión” al frente del anterior Gobierno municipal, como son el Iepala, donde destacados amigos de IU encontraron una excusa para vivir a costa de los algecireños, aunque todavía no sepamos qué utilidad pretendía tener para Algeciras este “Instituto de Estudios para América Latina y África” más allá de alimentar a un grupo de afiliados a la formación “de izquierdas”. Todo ello sin olvidar la buena vida que Nieto y sus compañeros han tenido a costa de los algecireños a la hora de sentarse a comer, lejos de Algeciras, pero sin renunciar a disfrutar de menús de 55 euros por cabeza, algo prohibitivo para la mayoría de los algecireños, pero que ella disfrutaba sin rubor alguno a costa de las arcas municipales, concluye Cid.