TCAM-OPINIÓN
Elegir otro Personaje que el que aparece en la foto, hubiera sido nadar contra corriente con relación a la actualidad imperante como suele decirse “del uno al otro confín de España”, en la que la actualidad local comarcal y regional es engullida. El Personaje es el gallego al que los españoles en las pasadas elecciones de forma masiva hicieron inquilino de la Moncloa y que está confundiendo la mayoría absoluta otorgada por el pueblo español con un cheque en blanco. Siendo realistas, no cabe duda de que la herencia económica que dejó Zapatero es la peor que ha recibido un Gobierno en la historia reciente española, con una alta tasa de paro, un elevado déficit público, un fuerte endeudamiento externo y un sector financiero muy débil, por citar solo los problemas más graves y acuciantes. Pero también es cierto que el Gobierno de Rajoy ha reincidido, para sorpresa general, en los errores de diagnóstico y gestión de la crisis de Zapatero y ha acabado adoptando las mismas medidas que tanto le criticó desde la oposición (como la subida del IVA y la rebaja de sueldos de los funcionarios). Su programa electoral y su discurso de investidura de hace seis meses eran, efectivamente de cuento de hadas. Tanto, que ha tenido que enmendarlo en su totalidad, cuando la situación es mucho más grave. Rajoy ha mezclado sin rigor herencias con falacias para justificar sus recortes y exculparse del incumplimiento sistemático del programa electoral y las promesas con que llegó al Gobierno. Y el resultado es que desde que Rajoy gobierna, todos los indicadores de confianza en España se han deteriorado gravemente.