IAM/Redacción Podemos Algeciras lamenta la situación “agónica” en la que se encuentran las cuentas del Ayuntamiento de Algeciras, después de que el Ministerio de Hacienda haya remitido una carta, la tercera en los últimos meses, en la que da un ultimátum de diez días a Landaluce para que active un nuevo plan de ajuste para ponerse al día en el pago a proveedores, amenazando con intervenir las cuentas y pagar directamente con los fondos de financiación local.
El coordinador general de Podemos Algeciras, Alejandro Gallardo, afirma que “esta es una situación a la que nos han llevado las políticas municipalistas del ministro Montoro y la gestión económica desastrosa del alcalde Landaluce, que está poniendo a Algeciras en todos los récords nacionales de morosidad y endeudamiento”.“Landaluce no tiene ya defensa posible. En su propio partido le están diciendo que, si no es capaz de pagar a los proveedores, tendrán que ser ellos los que tomen las riendas de la gestión económica de Algeciras para poner fin a la morosidad. Es una vergüenza política histórica la de este alcalde y la que está haciendo pasar a la ciudad”, señala.Gallardo recuerda que esta nueva amenaza de intervención “es consecuencia de una política impulsada por el PP a nivel nacional, con el voto a favor de Landaluce, que suponía la pérdida de autonomía de los ayuntamientos, y que se vuelve ahora en contra de su propia gestión en forma de una indeseable amenaza de disolución del Ayuntamiento que esperemos que no llegue nunca a producirse”.“La política municipalista del ministro Montoro es una clara agresión a la independencia de los ayuntamientos, y prueba de ello es que nos encontramos ahora al Consistorio algecireño casi intervenido, con menos competencias y, encima, con el mismo periodo de morosidad con los proveedores, sin gastos social y con un abandono constante y alarmante de las barriadas”, afirma.“Es hora de que Landaluce reconozca su fracaso. No ha traído nada en tantos años que lleva acudiendo a Madrid, donde ya le defenestraron como diputado y le relegaron al Senado. Ahora, además, su propio partido le suspende como alcalde, amenazando con retirarle el control de unas cuentas que nunca han sabido gestionar. La política de Landaluce pasará a la historia como una de las etapas más desastrosas para la ciudad”, ha concluido.
