TCAM-LA LÍNEA/REDACCIÓN
La comunidad educativa del Instituto de Educación Secundaria (IES) Mar de Poniente de La Línea de la Concepción ha expresado su “más enérgica repulsa” ante lo ocurrido el pasado día 10, cuando el padre de una alumna agredió, supuestamente, a un profesor y a una madre que trató de impedir la agresión. El IES ha anunciado que se personará como acusación particular en esta causa y solicita a la Junta de Andalucía que haga lo mismo.
En un comunicado, el centro muestra su “apoyo moral” a los agredidos, al tiempo que rechaza la violencia en los centros educativos porque “fracturan la relación respetuosa entre familia y profesorado” y porque actos como el ocurrido la pasada semana “atentan contra la convivencia pacífica”.
Añade que este tipo de hechos suponen “el desprecio más absoluto hacia la figura del profesorado y a la función educadora que socialmente tiene encomendada”. Así, “todo acto violento contra la figura del profesor en el ámbito educativo no sólo supone una agresión contra su persona, sino contra toda la comunidad educativa y contra la sociedad en general”.
Por tanto, reclama no sólo el apoyo de las autoridades e instituciones que corresponda, sino de la comunidad educativa y de la sociedad en general, ya que “la tarea educativa no se puede llevar a cabo sin un reconocimiento y un apoyo explícito y continuado de la sociedad entera”.
Así las cosas, desde el IES se solicita que “la justicia actúe en consecuencia ante esta brutal agresión y la considere como atentado a la autoridad”. Asimismo, solicitará que la Administración educativa se persone como acusación en esta causa, tal y como hará el propio centro. De igual manera, exigirá que se cumplan todas las actuaciones establecidas en la normativa vigente sobre el protocolo de maltrato.
Finalmente, el IES Mar de Poniente solicita que los centros educativos instalen en sus puertas una pancarta rechazando la violencia y apoyando a los agredidos. También les pide que el próximo viernes inicien la jornada con la lectura de un comunicado y cinco minutos de silencio.
