Dichas vidrieras presentan un deterioro generalizado, que los expertos atribuyen tanto a la propia fragilidad de los materiales de los que se componen (vidrio y lacería de plomo), como a la falta de un mantenimiento adecuado y a las agresiones provocadas por factores medioambientales. Además, los técnicos han apreciado algunos fragmentos de vidriera que no corresponden a los originales, sino que se pusieron con posterioridad se supone que para reemplazar algún elementos roto, pero se hizo con tintes y técnicas inadecuadas. El objetivo del proyecto que se va a acometer consiste en la restauración y consolidación de la vidriera en su conjunto, intentándose incluso corregir los tintes de los fragmentos posteriores. Para ello se procederá al desmontaje de las piezas por parte de empresas especializadas en cristalería y tratamiento de vidrieras artísticas emplomadas; y se reemplazará la madera afectada del marco por otra que se estabilidad a la estructura, que será realizado por personal municipal. Todo el proceso tendrá el control y seguimiento de un técnico en restauración. Además se prevé la estabilidad y seguridad de las vidrieras, para lo que se procederá a dotarlas de un doble acristalamiento exterior del conjunto de la estructura. Este procedimiento se viene utilizando en los países europeos desde el siglo XVIII. La primera vez que se propone en España fue a finales del siglo XIX, durante la restauración efectuada a las vidrieras de la catedral de León. Este sistemas sustituyó al que se empleaba como sistema de protección desde el siglo XIII, consistente en la instalación de unas redes metálica Los trabajos que se efectuarán en el salón de plenos no afectarán ni a la estructura ni a la morfología general del edificio, tal y como regula el Plan General para los edificios de notable interés arquitectónica.
