El alcalde tarifeño entiende que el informe de la Fiscalía es “equivocado y desproporcionado” y apunta también a que se va a demostrar. Se ha mostrado tranquilo dentro de una vorágine mediática que ha calificado de “estrategia”. Y, aunque “tengo el máximo respeto a las decisiones judiciales, entiendo que ésta derivará en una situación más coherente” porque el gobierno y Gil García tienen claro que de haber algo irregular ante los hechos investigados, es tan sólo “un defecto administrativo menor”. Las palabras del primer edil tarifeño han sido pronunciadas junto al resto de compañeros de su gobierno y después de una reflexionada cita en la que han participado también todos los concejales. El encuentro se producía también para tomar una decisión tajante ante un asunto de “deslealtad de otros compañeros concejales que han estado en el gobierno local trabajando conjuntamente codo con codo durante estos largos cuatro años”. Así se ha referido Gil García a los ediles del Partido Andalucista, Teresa Vaca y Juan Antonio Torán, a quienes ha cesado de toda responsabilidad y cargos dentro del equipo de gobierno. Esta reacción ha sido rápida después de conocerse el escrito registrado por los andalucistas donde quieren desmarcarse de las noticias judiciales últimas. “El que estos compañeros pidan mi dimisión supera la comprensión del gobierno. Pretenden ahora aparentar una separación que no ha existido y ante lo que es ruido mediático de un asunto judicial que no merece la trascendencia que estratégicamente esta teniendo”. Gil García se ha reiterado constantemente en que los ediles Vaca y Torán han trabajado junto al gobierno en asuntos cruciales para el futuro de la ciudad tarifeña. Eso sí, el alcalde de Tarifa ha respondido con contundencia a la oposición política y en particular al Partido Socialista que ha pedido su dimisión. En este sentido ha recordado que la reacción es la esperada pero aún así no la comprende porque “se trata de un partido que durante años ha mantenido a un alcalde imputado anterior con varias condenas actuales por cuestiones urbanísticas demostradas”. “No tienen ningún pudor en haber realizado durante años una contratación de personal dudosa que todos conocemos y pedir ahora dimisiones ante especulaciones partidistas sobre anuncios judiciales”. Con todo, el ejecutivo local promete estabilidad y tranquilidad para el gobierno del municipio porque pueden, según dicen, hacerlo con holgura. Así, las valoraciones se han extendido hacia una más general sobre un “modelo de gobierno emergente”, el practicado en los últimos cuatro años y con repercusiones fructíferas sobre el empleo y la actividad social, y otro “modelo decadente practicado por el PSOE en los ocho años anteriores”, declaró.