Según ha informado la Policía Nacional en una nota, los ahora detenidos fueron a recibir a las víctimas a su llegada a España, y “mediante engaños consiguieron que los acompañaran al piso donde fueron finalmente confinados”, comenzando así un “cautiverio” que se ha prolongado durante cuatro días en los que los inmigrantes ya liberados supuestamente fueron golpeados, y en el que presuntamente se realizaron “presiones” a los familiares de las víctimas “exigiendo por su liberación entre 4.000 y 5.000 euros”.De hecho, la investigación que ha originado esta operación se inició a primeros de octubre al hilo de la denuncia, en la comisaría de Lugo, de una mujer que manifestaba haber recibido cuatro llamadas a su teléfono particular en las que “su marido le decía que debía conseguir 4.000 euros para que no lo mataran”.
Los agentes, después de realizar “una serie de comprobaciones para determinar la veracidad de la denuncia”, activaron el protocolo nacional de secuestros, tras lo que se tuvo constancia de nuevas comunicaciones, esta vez por parte de los supuestos secuestradores, en las que “hacían hincapié en que si no se producía el ingreso del dinero solicitado en una cuenta bancaria marroquí iban a matar al marido de la denunciante”.Además, según añade la Policía, la víctima “le suplicaba que hiciese lo que decían, ya que había sido golpeado y temía por su vida”. Poco después se descubrió que no solo la mujer era quien recibía las “llamadas extorsionadoras”, sino que los ahora detenidos presuntamente también presionaban a otros familiares del secuestrado.
Las primeras indagaciones practicadas por los agentes especializados en secuestros apuntaron a Algeciras como lugar donde podría encontrarse el secuestrado, unas sospechas que quedaron confirmadas tras una llamada al 091 en la que una persona desde Marruecos informaba de que “dos hombres se encontraban secuestrados” en un piso ubicado en la citada localidad gaditana.La información obtenida por los investigadores permitió identificar la zona donde se encontraban los secuestrados y establecer un dispositivo para su liberación, que permitió en primera instancia localizar en los alrededores a uno de los presuntos autores del rapto, que fue inmediatamente detenido.Tras dicho arresto se asaltó “rápidamente” la vivienda y se detuvo al segundo implicado, liberando además a las dos víctimas, que habían sufrido “lesiones”, e incluso uno de ellos ha señalado a los agentes que “había pensado precipitarse por la ventana si no llegan a ser liberados por la Policía”.La operación ha sido realizada por agentes pertenecientes a la Sección de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, agentes de la UDEV y de la Ucrif de la Comisaría de Algeciras y el Grupo de Atracos y el GOES de la Jefatura Superior de Andalucía Occidental.