Un informe médico, desoído por este órgano, indica que el esfuerzo físico en su actividad laboral le ocasiona dolor. CCOO indica que no es un caso aislado y ha pedido una reunión con la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales para tratar sobre estas altas precipitadas.El pasado mes de marzo, a un conductor del servicio de limpieza urbana de Algeciras le abrían el abdomen desde el pubis hasta el estómago en el hospital Punta Europa para descartar un cáncer de colon. Apenas dos meses después, la mutua consideraba que este trabajador de 51 años estaba lo suficientemente recuperado para reincorporarse a su puesto de trabajo. Según explica el secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO Cádiz, José Gavilán, quizás pudiera haber vuelto al trabajo sin problemas si trabajara en una oficina. Pero este trabajador está sujeto a las sacudidas y vibraciones del camión de la basura, tiene que hacer esfuerzos y subir y bajar del alto vehículo, todo ello con la enorme cicatriz en el vientre que le ha quedado de resultas de la intervención quirúrgica. No es sólo una valoración del sindicato. Al trabajador le dieron el alta el día 7 de mayo. El mismo día de su incorporación fue al médico, quien emitió el siguiente diagnóstico: “La cicatriz de la herida quirúrgica es de laparotomía vertical y su puesto de trabajo es de esfuerzo físico que ocasiona aumentar la presión intraabdominal, provocándole dolor”. Este argumento no ha sido suficiente para convencer a la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades de la Junta, que el pasado lunes se ratificó en la reincoporación. El alta del 7 de mayo fue dada a instancias de la Mutua FREMAP, que en el escrito indica al trabajador que “usted presenta una situación de mejoría de sus lesiones que no le impiden la realización de las tareas fundamentales de su profesión”. La firma el coordinador provincial de la Unidad Médica, a la que el sindicato advierte de que hará personal y directamente responsable si al empleado le ocurre algo a consecuencia de esta alta precipitada. Desde CCOO se indica que este no es un hecho aislado, que los inspectores médicos parecen tener un “interés particular” en dar de alta a los trabajadores aunque no estén listos para asumirlo y recuerda casos como al empleado al que su jefe había agredido y, pese a tener un cuadro de ansiedad diagnósticado, fue dado de alta, lo que según diagnóstico médico empeoró su enfermedad. El mismo jefe que le pegó –y que recientemente ha sido condenado en los tribunales- le despidió nada más incorporarse. Ante estos casos, el sindicato ha pedido una reunión con la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, de la que depende la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios y, a su vez, la Unidad de Valoración de Incapacidades.
