La concentración ha tenido como fin ser una altavoz para exigir al Gobierno marroquí la liberación de los siete activistas saharauis detenidos el 6 de octubre en el aeropuerto de Casablanca. Se les acusa de un delito de colaboración con el enemigo y atentado contra la seguridad del Estado por haber visitado durante nueve días los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Tal y como ha explicado el portavoz de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, Pablo Bianchi, “los detenidos serán juzgados por un tribunal militar y podrían ser condenados a muerte”. Bianchi califica el hecho como “muy grave y demuestra que Marruecos no se encuentra en un proceso de democratización. Queremos que la opinión pública sepa que Marruecos sigue violando los derechos humanos y persiguiendo a cualquier ciudadano que se oponga a la ocupación del Sahara”, ha concluido el representante de la asociación.La alcaldesa accidental ha expresado su respaldo “a la causa saharaui y, sobre todo, para seguir llamando la atención sobre las consecuencias que tiene la situación del pueblo saharaui que lleva treinta años en el exilio, en condiciones inhóspitas y la reiterada violación a derechos fundamentales. Algo que nuestro país denuncia cuando no se cumple en otros países. Sin embargo, cuando es Marruecos quien viola esos derechos la respuesta del Gobierno es nula”.Las detenciones de los siete saharauis han recibido la condena de diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, la Fundación Robert Kennedy, la organización Front Line, el Centro Internacional Olof Palme así como las coordinadoras estatales de asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui.
