Washington eleva la presión sobre el Puerto de Algeciras por las restricciones portuarias ligadas a Israel

Estados Unidos ha decidido intensificar el escrutinio sobre la política española de vetos a determinados buques en sus puertos, con especial atención al Puerto de Algeciras. La Federal Maritime Commission (FMC) ha activado una nueva fase de su investigación para recabar más datos antes de decidir si adopta medidas de represalia, que podrían traducirse en sanciones económicas millonarias y restricciones al tráfico marítimo bilateral.

El regulador norteamericano sostiene que las decisiones españolas de impedir la escala de barcos con carga vinculada a Israel podrían estar alterando de forma negativa las condiciones del comercio marítimo de Estados Unidos. Por ese motivo, ha abierto un segundo periodo de análisis centrado en evaluar el alcance real de los vetos y su impacto sobre rutas, costes logísticos y planificación de las navieras.

La investigación se remonta a finales de 2024, cuando varias escalas fueron rechazadas en puertos españoles a buques operados por Maersk bajo bandera estadounidense. Las autoridades españolas defendieron entonces que actuaban amparadas en su soberanía y en la normativa nacional, europea e internacional, al tratarse de cargamentos relacionados con Israel. Para la FMC, sin embargo, aquellos episodios no fueron aislados y apuntan a una línea de actuación continuada.

El expediente también incorpora la estrategia anunciada por el Gobierno español en septiembre de 2025 para limitar el tránsito por puertos y espacio aéreo de armas y combustible con destino al Ejército israelí. A juicio del regulador estadounidense, esta política consolida un marco que permite denegar el acceso portuario en función del tipo de carga y de su origen o destino, algo que podría afectar directamente a los intereses marítimos de EE UU.

En este contexto, Washington recuerda que su legislación le autoriza a reaccionar frente a prácticas extranjeras consideradas perjudiciales. Entre las opciones que baraja figuran imponer tasas a los buques vinculados con España, restringir determinados viajes o incluso bloquear entradas y salidas en puertos estadounidenses. La multa máxima que se contempla ronda los 2,1 millones de euros.

La posible respuesta preocupa especialmente en Algeciras, uno de los principales nodos logísticos del sur de Europa y punto clave de conexión con Norteamérica. Desde esta dársena operan dos servicios regulares con Estados Unidos —Amerigo y Ecumed— que canalizan buena parte de las exportaciones andaluzas, en especial productos agroalimentarios como el aceite de oliva.

Antes de mover ficha, la FMC ha solicitado información adicional a España y a los operadores implicados. Quiere conocer cuántos vetos se han aplicado, qué alternativas se ofrecieron a las navieras y cómo han repercutido estas decisiones en la cadena logística. El regulador también analiza qué tráficos podrían verse afectados si finalmente se imponen contramedidas.

La resolución del conflicto dependerá ahora de las conclusiones que se extraigan en los próximos dos meses. Hasta entonces, la amenaza de sanciones planea sobre el tráfico marítimo entre ambos países y mantiene en alerta a los puertos españoles con mayor exposición a las rutas transatlánticas.

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