El Rinconcillo, entre el abandono y la resignación ciudadana

La imagen actual de la playa de El Rinconcillo ha vuelto a encender el debate social en Algeciras. Lo que durante décadas fue un espacio emblemático para vecinos y visitantes aparece hoy, a ojos de muchos ciudadanos, como una playa en retroceso, castigada por los temporales, el urbanismo mal planificado y la falta de decisiones políticas firmes. Las reacciones recogidas en redes sociales reflejan una mezcla de tristeza, enfado, ironía y resignación.

Buena parte de la ciudadanía coincide en una idea clara: “el mar está recuperando lo que es suyo”. Una percepción ampliamente compartida señala que construir viviendas y paseos prácticamente sobre la misma orilla fue un error histórico que ahora pasa factura. Muchos recuerdan que en los años 80 también había temporales fuertes y, sin embargo, la playa resistía. Hoy, esa resistencia parece haber desaparecido.

Otro foco de crítica recurrente es la gestión institucional. Numerosos comentarios apuntan directamente al Ayuntamiento y, en especial, a la concejalía de playas, acusándola de falta de sensibilidad, previsión y valentía política. Se repite la sensación de que las actuaciones han sido improvisadas, basadas en “parches” como rellenos periódicos de arena que el primer temporal se lleva por delante. Para muchos vecinos, gastar dinero público año tras año sin una solución estructural es simplemente alargar la agonía.

El debate también se extiende más allá de Algeciras. Parte de la ciudadanía señala al impacto de los rellenos y ampliaciones en Gibraltar y a las alteraciones del litoral en todo el Estrecho, mientras otros recuerdan que el problema es global: cambio climático, subida del nivel del mar y temporales cada vez más agresivos. Aun así, el sentimiento predominante es que El Rinconcillo está peor que nunca.

No faltan tampoco las voces que hablan abiertamente de “playa en extinción”. Algunos vecinos creen que, si no se actúa con urgencia, en pocos años apenas quedará arena y las viviendas acabarán necesitando muros de hormigón para sobrevivir. Una solución que muchos consideran el fracaso definitivo de cualquier discurso sobre sostenibilidad.

Estado actual

Pérdida evidente de arena tras temporales recientes.

Sensación de abandono y falta de una estrategia clara y duradera.

Desconfianza ciudadana hacia los rellenos de arena como única respuesta.

Preocupación creciente por la seguridad y el futuro de las viviendas a pie de playa.

Próximas actuaciones
Según declaraciones municipales previas, el Ayuntamiento mantiene sobre la mesa la instalación de espigones y diques de contención, una actuación anunciada desde hace años y que sigue sin materializarse. Mientras tanto, se prevén nuevas aportaciones de arena de cara a la temporada estival, una medida que muchos vecinos consideran insuficiente y temporal. La presión social aumenta y El Rinconcillo espera, una vez más, que las promesas se conviertan en hechos antes de que el mar termine de borrar uno de los rincones más queridos de la ciudad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *