Verdemar–Ecologistas en Acción denuncia el alarmante estado de degradación que sufre actualmente el Paraje Natural Marismas del Río Palmones y el sistema dunar de la playa de El Rinconcillo, en Algeciras. Residuos de todo tipo —plásticos, envases, restos de pesca, muebles, neumáticos y escombros— se acumulan en el cordón dunar, las marismas y las orillas del río, invadiendo hábitats de alto valor ecológico y poniendo en peligro endemismos de flora y fauna propios del Estrecho de Gibraltar.
Pese a tratarse de un espacio protegido, catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la Red Natura 2000, la situación de abandono es total. Las labores de mantenimiento, limpieza y vigilancia brillan por su ausencia, y la acumulación de residuos está deteriorando gravemente la vegetación dunar y los ecosistemas que sustentan a numerosas especies migratorias.
Desde Verdemar–Ecologistas en Acción se recuerda que en julio de 2021 más de un centenar de voluntarios realizaron una gran limpieza en la zona, retirando más de 50 bolsas de residuos de gran tamaño. A pesar de los esfuerzos ciudadanos, el problema no ha hecho sino agravarse por la falta de implicación de la Junta de Andalucía, la Demarcación de Costas y el Ayuntamiento de Algeciras, que continúan sin asumir su responsabilidad en la gestión y conservación de este enclave natural único.
“El Paraje Natural del Río Palmones se está convirtiendo en un vertedero al aire libre mientras las administraciones miran hacia otro lado”, denuncia Verdemar–Ecologistas en Acción. “La inacción institucional está destruyendo uno de los ecosistemas más valiosos del litoral andaluz y del corredor migratorio del Estrecho”.
Verdemar–Ecologistas en Acción exige a las administraciones competentes un plan urgente de limpieza, restauración ecológica y vigilancia permanente del paraje, así como la ejecución de las medidas correctoras recomendadas por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, entre ellas la instalación de diques que garanticen el futuro de la playa y de las marismas.
“No podemos permitir que el abandono administrativo borre un espacio natural de tal importancia ecológica y paisajística. El Palmones y El Rinconcillo necesitan protección real, no solo declaraciones en papel”, concluye la organización ecologista.