Exponen que, mientras el país vecino ha conseguido cumplimentar -en tiempo récord- el papeleo, los aduaneros locales sufren el retraso de las respuestas a sus solicitudes desde Madrid. Hoy mismo, según confirman los representantes del sector, una quincena de transportistas, con carga de pescado fresco, se ven retenidos en las instalaciones portuarias.
Algunos llevan hasta tres días durmiendo en las cabinas de los camiones. Las pérdidas en mercancías podrían superar mañana los 600 mil euros.