El Sector de la Seguridad Privada ha gozado de mejor salud en otros tiempos, pues al día de hoy abundan las empresas piratas que incumplen sistemáticamente el Convenio Colectivo que aunque contempla bajos salarios y escasos derechos sociales, para estos empresarios mercenarios de la seguridad les resulta fácil burlar la ley. Para empezar se encuentran con un sector con altas tasas de paro, producto del negocio de la academias de formación, que por escasos cuatrocientos euros venden este sector como una buena fuente de empleo estable, nada más lejos de la realidad, pero abusando de la necesidad juegan con las ilusiones de jóvenes incautos que esperanzados buscan aquí su oportunidad, convirtiéndose después en mano de obra barata para estos empresarios sin escrúpulos.
Desde el Sindicato Profesional de Vigilantes de Cádiz, estamos llevando a cabo una campaña de concienciación entre los trabajadores del sector para que fomenten las elecciones sindicales que les permitan organizarse en sus respectivos centros de trabajo y empresas de manera que puedan defender sus derechos amparados por la ley y con las garantías debidas, pues muchas de estas empresas, aun hoy después de 40 años de la aprobación de Estatuto de los Trabajadores son amenazados si hablan de sobre estos asuntos. Recientemente los Vigilantes adscritos a la Universidad de Cádiz han elegido a su primer representante de los trabajadores, nunca antes lo habían tenido.
En este contexto, proliferan empresas dispuestas a recortar salarios y adjudicarse servicios ofertando a la baja, en la tranquilidad de que el miedo de sus trabajadores paralizara sus reclamaciones, permitiendo a estos empresarios piratas campar a sus anchas sin que la Inspección de Trabajo actúe o los saturadísimos juzgados de lo social lleguen a tiempo de ver los asuntos cuando finalmente ponen las demandas en la mayoría de los casos llegan tarde o nunca, no es norma que varios juzgados estén señalando juicios de reclamaciones a dos años vista, eso desanima a cualquiera.
Por otro lado, la lacra del intrusismo, donde auxiliares o conserjes realizan en muchos casos funciones que rozan el filo de la ilegalidad por ser propias de nuestro sector, atiende alarmas, visionan c.c.t.v. circuitos cerrados de televisión- etc., sin que las actas policiales frenen de forma efectiva este intrusismo profesional.
Sin olvidar, que como cada nuevo año una buena parte de los clientes usuarios de seguridad recortan las horas contratadas de vigilancia y en consecuencia reducen el empleo de los vigilantes contratados. Este año, se ha reducido contratos tan importante como la Central Térmica de Iberdrola en Arcos, la eliminación del centro de oportunidades del Corte Inglés en Área Sur, igualmente desaparece la seguridad de las tienda H & M, el cierre de Bricor, la reforma de las Oficinas centrales de la Caixa en la Plaza del Arenal en Jerez también llevo consigo la eliminación del Vigilante, la eliminación de la Vigilancia en los almacenes centrales de la cadena DIA % en el Polígono las Salinas del Puerto de Santa María, y un largo etc,
En resumen, denunciamos que la crisis está golpeando aun a este sector y esperamos al menos una mayor implicación de la administración, que frene el intrusismo y la piratería empresarial, a la vez que animamos a los Vigilantes a colaborar informándonos de todas las tropelías que con nuestros, los trabajadores del sector se cometan, para que al menos sean denunciadas ante los órganos competentes por este Sindicato.