Los propios técnicos municipales o cualquier empresa auditora de esta ciudad, que lo que realmente importa es que se aclaren las cuentas de la Barriada del Arroz y se den explicaciones contables razonables de porque dichas obras han costado al erario público el doble de lo que es razonable con los actuales precios de mercado.
Landaluce entiende que el coste total de la Barriada del Arroz, 22 millones de euros, supone una repercusión de 2000 euros por metro cuadrado construido, el doble de lo que debería haber costado, máxime cuando no hay repercusión de coste alguna sobre el suelo.
Es verdad, señala el Presidente local del PP, que las obras se han alargado por mala gestión durante un periodo de seis años, desde el 2003 al 2009, y que ello ha conllevado un excesivo coste en los realojos de los vecinos, pero aun así es necesario aclarar porque esta actuación urbanística ha supuesto un déficit de 7 millones de euros para las arcas municipales.
De haberse actuado correctamente sabríamos que ha pasado con las indemnizaciones del Corte Ingles o con las subvenciones prometidas por la Junta o la Diputación y por supuesto las obras no hubiesen tardado seis años, ni la constructora encargada de la misma hubiese cobrado unas cantidades y unos intereses de demora que a juicio del Partido Popular son excesivos.
Landaluce insiste en que no se puede seguir echando cortinas de humo sobre la actuación de la Barriada del Arroz, ya que el problema no es la decisión que se adopto en su día, la única posible ante el estado en que se encontraban esas viviendas, si no como se han gestionado las obras de reconstrucción de la Barriada del Arroz, que en ningún caso deberían haber costado 22 millones de euros, ni tardado seis años en llevarse a cabo.
