El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, ha asegurado este lunes que un gobierno de los ‘populares’ es la “única garantía” para que el Corredor Mediterráneo de Alta Velocidad se ejecute “al completo” hasta Algeciras y ha criticado la “debilidad” del ejecutivo del PSOE en Bruselas que, ha ahondado, está pagando España “con consecuencias nefastas” no sólo en el caso de esta infraestructura sino también en lo que se refiere a la negociación de la Política Agraria Común (PAC).
“Estamos pagando las consecuencias de la debilidad de un gobierno que va de simpático por Europa pero que cada vez se vuelve con un navajazo en la espalda haciendo que España sea la gran perjudicada de cualquier negociación europea”, ha afirmado Sanz en el acto inaugural de la Jornada sobre el Corredor Mediterráneo en la que están participando en Almería varios representantes del PP de Andalucía, Cataluña, Baleares, Valencia y Murcia.
Sanz ha destacado en su intervención el “compromiso de futuro” con esta infraestructura de su partido que, ha remarcado, ofrece “garantías para salir antes de la crisis económica” y, por tanto, para “reactivar la inversión pública necesaria” para que se ejecute el Corredor Mediterráneo al tiempo que augura “fortaleza” en Europa. “El PP no va a parar hasta conseguir el Corredor Mediterráneo hasta Cádiz”, ha subrayado.
En esta línea, ha reiterado al presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, el ofrecimiento del PP-A que “tiende la mano” para aunar esfuerzos y “seguir peleando por una enmienda a la totalidad” a la propuesta europea de la PAC, que, ha destacado, supone “un rejón de muerte” para la agricultura andaluza.
“El gobierno del PSOE ha llegado sin los deberes hechos, nos ha cogido el toro y estamos pagando las consecuencias de su debilidad extrema”, ha afirmado para, a continuación, reivindicar que Andalucía “debe tener el lugar que le corresponde en Agricultura por la importancia económica y de empleo que tiene este sector en nuestra comunidad”. Al hilo de esto, ha lamentado que Griñán haya ido a Bruselas “dos veces en tres años” y que haya preferido “cualquier otro país, incluso dictatorial”.