El PP acusa a Gibraltar de “jugar” con 300 familias para conseguir aguas jurisdiccionales

TCAM-COMARCA/REDACCIÓNEl secretario general del PP-A, Antonio Sanz, ha acusado al Gobierno de Gibraltar de estar “jugando con los pescadores andaluces” y “poner en peligro el futuro y el sustento de más de 300 familias” que viven de la actividad pesquera en aguas próximas al Peñón con la intención de “garantizarse unas aguas jurisdiccionales que no le corresponden”.En una rueda de prensa celebrada en Cádiz, Sanz ha agradecido el “esfuerzo” que, en su opinión, está haciendo el Gobierno de España por “mantener y garantizar la vía del diálogo” y aplicar un “grado de sensatez” al conflicto pesquero con Gibraltar, que considera “vital para la solución”.Dice el dirigente ‘popular’ que “dividiendo” entre pescadores de La Línea de la Concepción y pescadores de Algeciras, como asegura que ha hecho el PSOE, “no se consigue nada”. “Se trata de pescadores andaluces y tienen que ser defendidos desde la unidad de acción”, ha aseverado.Considera que la cumbre de Exteriores celebrada este martes en Londres “deja la puerta abierta a la solución” que, a su juicio, pasa por “la vuelta al acuerdo de 1999” que permitía a los pescadores andaluces faenar en la zona litigiosa.Antonio Sanz ha confiado en que las gestiones realizadas este martes por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, servirán para que las autoridades gibraltareñas “reflexionen y recapaciten” sobre que el camino iniciado “no es el acertado”.Opina que lo ocurrido días atrás “no es más que una excusa de Gibraltar”, cuya “pelea no es la pesca”, sino que lo ha “utilizado a los pescadores” como “herramienta” para “garantizarse unas aguas jurisdiccionales que no le corresponden”.En cualquier caso, cree que es una “insensatez” el que se siga “alimentando el conflicto”, al tiempo que ha expresado su confianza en que este martes se “sentaron las bases de un muy pronto y futuro acuerdo” que opina que hará “reflexionar a las autoridades de Gibraltar”, porque las relaciones de dos países “amigos” como Reino Unido y España “no pueden verse distorsionados por decisiones unilaterales y fuera de razón como las que ha planteado Gibraltar”.

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