De la Torre defiende la existencia de las mancomunidades y que la crisis no es motivo para hacerlas desaparecer

 

El presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Diego González de la Torre, ha defendido el mantenimiento de las mancomunidades en el organigrama administrativo andaluz, argumentado que son entidades necesarias para la ciudadanía. De la Torre ha hecho esta defensa de las mancomunidades en los Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz en Algeciras, donde ha intervenido dentro del curso “La descentralización local, el papel de la provincia, el municipio y otras entidades locales”. El tema abordado en su disertación fue: “La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar: presente y futuro”.

Diego González ha hecho esta defensa en respuesta a quienes abogan por suprimir entidades públicas como ahorro de las arcas públicas ante la crisis económica. indicó que la mancomunidad está ligada fundamentalmente “a dos consideraciones: a nuestra historia, que justifica plenamente nuestra existencia, y a lo útiles que seamos capaces de ser. Una institución como la nuestra es algo más que una prestadora de servicios, que debe serlo y cada vez de forma más eficiente, pero por lo que les he intentado transmitir hace un momento, esta comarca desea y precisa contar con un referente institucional que sea atendido y reconocido fuera de nuestros límites, porque así será más fácil progresar”

Sobre la posible existencia de más niveles en la Administración de los necesarios, señaló que las instituciones “que no tengan utilidad o que sean evidentemente prescindibles, deberían desaparecer”. “

“No es esta una época para seguir manteniendo un gasto público sin límites. Eso se acabó y puede que para siempre. De todas formas, se llame como se llame, ahora o en el futuro, esta Comarca precisa, necesita, le conviene tener una institución que la represente en exclusiva, para mantener la interlocución necesaria y para que su estatus de doblemente fronteriza tenga la adecuada compensación”, declaró.

Sobre los servicios que presta, se manifestó partidario de mejorar su nivel de eficiencia “esforzándonos en que esa otra razón de ser, la de facilitar la prestación de servicios públicos mancomunados, dé el fruto deseado, es decir, una mejor calidad a un menor coste para el ciudadano”.

Afirmó que la Mancomunidad “tiene vocación de permanencia y de elemento aglutinador. Alejemos en la medida de nuestras posibilidades de esta institución –dijo- los debates estériles y convirtamos la institución en un elemento fabricador de consensos”.

Para el presidente de la Mancomunidad, la comarca “ha sufrido durante casi toda su historia un alejamiento físico y hasta sentimental de la otra bahía, la gaditana, que se ponía de manifiesto por las pésimas infraestructuras de comunicaciones, con carreteras que durante décadas estuvieron ausentes de los planes de autovías. Aislada y encajonada entre el Estrecho y unas más que deficientes infraestructuras de comunicación, Gibraltar se erigió durante muchas décadas como la única entidad capaz de ofrecer un modo de subsistencia adecuado a la población residente”.

Recordando los orígenes de la Mancomunidad, afirmó que al igual que lo hiciera la Comarca en el pasado, aquella surge “determinada por Gibraltar. La apertura de la verja lleva consigo consecuencias políticas, como la necesidad de relacionarse con las autoridades locales del Peñón”.

Respecto a la estructura administrativa peculiar, consecuencia de la peculiaridad de origen, “la dependencia de Madrid sin autoridades provinciales intermediarias fue haciendo que la Comarca adquiriera una personalidad muy marcada, que aún hoy perdura. No debemos olvidar que incluso durante el franquismo existió el proyecto de convertirla en provincia, desgajándola de la de Cádiz y con algún territorio añadido de la de Málaga”, afirmó.

Destacó la voluntad política de que la Mancomunidad fuera algo más que una prestadora de servicios y puso en valor el riesgo que corrió en el pasado rescatando o constituyendo servicios que corrían el riesgo de desaparecer o era evidente que la comarca requería y nadie prestaba, como la Escuela de Estudios Jurídicos y Económicos o el Instituto de Estudios Campogibraltareños.

Tras repasar la lista de servicios que presta el ente comarcal, poniendo el énfasis en la empresa pública ARCGISA como aglutinadora de la mayoría de ellos, hizo igualmente referencia al Centro de Formación, Empleo y Asuntos Sociales, el Consejo Económico y Social, al Instituto de Estudios Campogibraltareños o al Departamento de Turismo, entre otros. Tras esto, Diego González señaló que “la Mancomunidad es una institución que nació hace ya casi 27 años con vocación de ser mucho más que una prestadora de servicios mancomunados. La interlocución con otras administraciones y el deseo de que las necesidades e iniciativas del Campo de Gibraltar sean tenidas en cuenta fuera de nuestra comarca y se reciba el mensaje adecuado a través de una sola voz, es decir, se tenga en cuenta políticamente la opinión de la comarca, es una de las funciones de mayor calado y menos visibilidad de cuantas lleva a cabo la institución que presido”.

 

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