La crisis sanitaria ha supuesto un golpe especialmente sensible para este hotel, situado en la encrujada entre las estaciones de tren y autobús y el puerto, y que se ha nutrido tradicionalmente de viajeros de paso y de turistas que llevan Marruecos como destino. El cierre de la frontera marroquí y la menor movilidad en transportes públicos supone un especial desafío para el histórico establecimiento hotelero.
Sin embargo, le mantiene el pulso al coronavirus gracias a un perfil de turista, nacional, de proximidad, que elige Algeciras como satélite para moverse de vacaciones por los distintos reclamos turísticos del Campo de Gibraltar, según explica su directora Mari Luz Villanueva.
A ello, se ha sumado la reapertura del teatro Florida, otro de los bastiones del hotel Octavio, que también ha sido tradicionalmente el lugar de hospedaje de artistas, elencos de espectáculos y toreros que acuden a Algeciras para distintas citas culturales.
El hotel, del que viven 16 familias algecireñas, ofrece también amplias garantías de seguridad frente al Covid en su reapertura. La toma de temperatura a los clientes y trabajadores a la entrada, el mantenimiento de las distancias de seguridad, el uso de macarillas y mamparas protectoras, el empleo de personal de servicio de camareros para el buffet libre, los sistemas de desinfección de las habitaciones… Un trabajo por garantizar la seguridad del huésped en el que “todo el personal se está dejando la piel”.
