Tal y como explica la UB en un comunicado, el estudio aborda el impacto que sobre las grandes corrientes transoceánicas tienen las aguas del Mediterráneo, con características propias derivadas del clima mediterráneo, lo que aún es objeto de debate en la comunidad científica.
La campaña de Transmow también tiene previsto recoger muestras de superficies marinas y de secuencias sedimentarias, lo que permitirá analizar el impacto geológico de las aguas mediterráneas y tener el potencial para trazar el pasado de la circulación de esas aguas.
La expedición partirá del puerto de Barcelona el 28 de abril a bordo del barco de investigación “Hespérides”, y acabará en Gijón el próximo 16 de mayo.
El proyecto está dirigido por dos miembros del Grupo de Investigación Consolidado en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, Leopoldo Pena y Jaime Frigola.
Según ha destacado Pena, “hoy en día aún se desconoce cuáles han sido los márgenes de variabilidad natural en las corrientes del Mediterráneo y el Atlántico”.
“Conocer el impacto de las aguas mediterráneas sobre el Atlántico permitirá evaluar su sensibilidad frente a las oscilaciones climáticas -ha detallado el investigador-, conocimiento necesario frente a las posibles variaciones en las corrientes del Atlántico que ya indican las proyecciones futuras”.
TRANSMOW aplicará una metodología “innovadora”: “Por primera vez se aplicarán nuevos trazadores químicos que permitirán mejorar la estimación de la mezcla del agua mediterránea con las aguas circundantes del Atlántico”, ha explicado Isabel Cacho, catedrática del Departamento de la Tierra y el Océano de la UB.
Esa metodología se aplicará gracias a la doble infraestructura que dispone la UB en el Laboratorio de Isótopos Radiogénicos y Ambientales (LIRA), ubicada en la Facultad de las Ciencias y la Tierra, y el espectrómetro de masas multicolector “Panthalassa”, instalado en Centros Científicos y Tecnológicos (CCiTUB).
En el proyecto también participan equipos del Instituto de las Ciencias del Mar (ICM-CSIC), el Centro de Ciencias del Mar de Portugal (CCMAR-IMPA) y la Escuela Royal Holloway de la Universidad de Londres.
Asimismo, el proyecto cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Ciencias Marinas del Consejo Nacional de Investigación de Italia (ISMAR) y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.