El equipo técnico responsable de los trabajos arqueológicos en el cementerio municipal de San Roque localizó los restos de una persona fusilada que, posiblemente, fueron arrojados a lo que fue una fosa común durante la represión franquista desatada a partir de 1936. Los trabajos arqueológicos han consistido en la apertura en
el suelo de seis catas, o sondeos, en busca de restos humanos de personas asesinadas y enterradas clandestinamente en el patio norte del cementerio, en el pasillo que va en paralelo a la crujía del muro antiguo. En uno de estos sondeos se localizó con total claridad el cadáver de un hombre adulto asesinado.
Estaba en una posición impropia de una persona enterrada con respeto a su dignidad. Parecía arrojado al hoyo, boca abajo, en una posición forzada, con alambres para amarrarle las manos y con restos balísticos en su cráneo. Otra cuerda para amarrar presos ha sido encontrada cerca, entre el material de relleno de lo que pudo ser una fosa con más cadáveres.
Estos trabajos han sido financiados por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) con la colaboración de la Diputación Provincial de Cádiz, de acuerdo a los proyectos aprobados el año pasado y ejecutados en el actual por el servicio de memoria democrática de la citada institución, y del ayuntamiento de San Roque. Los sondeos arqueológicos se han realizado donde el georradar de la Universidad de Cádiz señaló el año pasado alteraciones en la tierra compatibles con la existencia de fosas comunes que coinciden con los lugares donde algunos testimonios situaban los posibles enterramientos ilegales.
Jesús Román, arqueólogo responsable del equipo técnico que ha hecho los sondeos, comenzará ahora a redactar su informe para determinar cuál es el siguiente paso que hay que dar: ampliar las catas a zonas colindantes en busca de otras fosas, o empezar ya con una posible exhumación junto a la zona donde se han localizados los restos de la personas fusilada.
El ayuntamiento de San Roque y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar han informado sobre el resultado de estos trabajos a familiares de víctimas del franquismo de la ciudad. El ayuntamiento y el foro tienen previsto realizar en las próximas semanas una reunión de familiares con el arqueólogo para que este técnico les explique bien qué se ha hecho en el cementerio y qué es lo que puede seguir haciendo a la vista de los resultados obtenidos. Es posible también que en esa reunión comience la toma de muestras de saliva entre los familiares de represaliados para que en su día se puedan hacer los análisis comparativos de ADN con el que se encuentre a los restos de las víctimas que se puedan exhumar.
Los historiadores calculan que en San Roque fueron ejecutadas y hechas desaparecer mediante enterramientos clandestinos más de un centenar de vecinas y vecinos en un municipio que entonces tenía unas/os 10.000 habitantes. Las investigaciones del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar han permitido elaborar una relación con los nombres y apellidos, la edad, la profesión y la fecha de fusilamiento de noventa y cuatro personas que fueron hechas desaparecer en San Roque. Esta cifra es posiblemente corta, pues durante la época del terror caliente, entre julio del 36 y marzo del 37, los fusilamientos se hacían sin juicios previos y sin órdenes de matar por escrito. Muchos de aquellos crímenes no dejaron rastro documental y es imposible conocerlos por los documentos de archivos y registros civiles.
El foro hace un llamamiento a las vecinas y vecinos de esta ciudad con familiares represaliadas/os para que se pongan en contacto con la entidad. Es muy posible que, debido a lo expuesto anteriormente, familias con personas desaparecidas no vean en la relación que adjuntamos en este artículo los nombres de sus madres, padres, o abuelas y abuelos. Les pedimos, por tanto, que nos ayuden con sus testimonios a actualizar esta relación. El foro agradece a la Diputación de Cádiz y al ayuntamiento de San Roque la labor realizada durante los últimos años y espera que estos trabajos den sus frutos en pro de la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas del franquismo.
Carlos Castilla del Pino, psiquiatra y escritor de San Roque, escribe en su libro de 1997 Pretérito imperfecto que en esta ciudad unas 250 personas fueron víctimas mortales en los primeros días del golpe y tras la entrada de tropas sublevadas contra la República a finales de julio de 1936. Citando fuentes del propio ejército sublevado, recuerda que sólo seis de ellas eran conocidas por sus ideas de derechas y todo el
resto, personas de izquierdas o vecinas y vecinos sin significación política que fueron detenidas y fusiladas por los que resultarían vencedores de la guerra. Castilla del Pino, nacido en 1922 y fallecido en 2009, describe con sencillez y claridad cómo durante todo el verano del 36 y en los primeros meses de 1937 los presos eran
conducidos andando y amarrados, de noche, por las calles del pueblo y cómo la gente que los veía se metía en sus casas y cerraban las puertas. Cómo sonaba luego la descarga de fusiles y cómo retumbaban después, uno a uno, los tiros que recibían en la cabeza cada una de las personas que habían sido fusiladas.