“Es un acuerdo de divorcio en buenos términos para Europa y España”, ha dicho a EFE González Laya, quien ha resaltado la intención del Gobierno español de evitar a toda costa que el próximo 1 de enero, de no lograrse antes un acuerdo bilateral con el Reino Unido, Gibraltar se convierta en una nueva frontera externa de la UE.
Tras agradecer el trabajo del negociador europeo Michel Barnier y de los cientos de funcionarios españoles, tanto de la administración central como de las comunidades autónomas, la ministra ha insistido en la unidad con la que han afrontado todos los socios comunitarios este proceso y en la firmeza en la defensa de los intereses de los ciudadanos de la UE, agentes económicos, turistas, estudiantes, profesionales…, que querían unas reglas de juego claras.
Pero, sobre todo, la jefa de la diplomacia española ha insistido en la responsabilidad, en la apuesta por el acuerdo que ha defendido el Gobierno español desde el principio del “brexit”. En su opinión, se ha impuesto esa visión frente al unilateralismo y a las tentaciones de tirar la toalla por las dificultades de estas negociaciones.
Esa voluntad de acuerdo es la que va a seguir defendiendo España en relación con Gibraltar.
“España quiere evitar el caos que se ha visto en los últimos días”, ha dicho González Laya en referencia a la situación en puertos como el de Dover (Reino Unido) y a la situación de los transportistas bloqueados y a la posibilidad de que se produzca una situación similar -en cuanto a las personas- en la verja de Gibraltar si no hay acuerdo.
Las negociaciones bilaterales con el Reino Unido continúan, y la ministra, que más que optimista se ha declarado “activista” por el acuerdo, se ha mostrado convencida de que españoles y gibraltareños quieren evitar esa situación.