La ciudad de Algeciras, con su rica historia y su pasado diverso, guarda en su corazón monumentos que narran los relatos de civilizaciones pasadas. Uno de estos tesoros históricos es la Mezquita aljama, también conocida como la Mezquita Mayor de la Villa Vieja de Algeciras, un monumento que nos transporta a la época medieval y nos permite vislumbrar los orígenes culturales y religiosos de la ciudad.
Este emblemático edificio religioso se erige como uno de los testimonios de la influencia musulmana que marcó la región durante la Edad Media. A lo largo de los años, Algeciras ha sido testigo de la huella dejada por diversas civilizaciones, y la Mezquita aljama es un testimonio tangible de esa herencia.
La Mezquita aljama fue ordenada a construir por Abd al-Rahman I entre los años 780 y 781. Sin embargo, los avatares de la historia trajeron consigo episodios de cambio y destrucción. Tras la toma de la ciudad por los normandos, la mezquita sufrió un incendio que la devastó. A pesar de estos desafíos, el edificio religioso resplandeció como un faro de la vida religiosa y cultural de la época.
El diseño de la mezquita reflejaba la fisonomía clásica de los edificios de culto utilizados por los musulmanes en la península Ibérica desde tiempos emirales. El edificio estaba compuesto por dos partes distintas pero igualmente significativas. Por un lado, el haram, o sala de oración, presentaba cinco naves que conformaban un espacio de culto de tamaño medio. Por otro lado, el sahn, o patio, proporcionaba un espacio descubierto que complementaba el carácter sagrado del lugar.
Con el devenir del tiempo y los cambios en el dominio de la ciudad, la Mezquita aljama transformó su función religiosa. Con la ocupación cristiana de Algeciras en el siglo XIV, el edificio pasó a ser la iglesia mayor de la ciudad, dedicada a Santa María de la Palma.
Hoy en día, los restos de la Mezquita aljama residen en los jardines del Hotel Reina Cristina, llevando consigo siglos de historia y cultura. Estos monumentos emblemáticos como la Mezquita aljama nos recuerdan la importancia de preservar y estudiar nuestro patrimonio histórico para comprender y apreciar plenamente las raíces de nuestra comunidad y el rico mosaico de influencias culturales que han dejado su huella en Algeciras.