Víctor Cerón, enfermero de la quinta planta y el encargado de captar el momento con su cámara, nos cuenta cómo se origina la historia: “Jairo es un paciente asignado en cuidados paliativos por sus procesos oncológicos. Ha tenido varios ingresos y en este último tenía el deseo, dado su estado general, de ver a gente que no podía ver, ver a su perra y el contacto con la playa y el mar”.
Una vez que el paciente expresó de forma reiterada su deseo a los enfermeros de la planta, los responsables de conseguirlo se pusieron manos a la obra. Su oncóloga, Eva González, y Araceli Correro, enfermera de la quinta planta, tomaron el testigo y movieron la posibilidad de desplazarlo a la playa. El supervisor y el director del hospital hicieron el resto junto a Francisco Javier Lepe y Francisco Vera, conductores ambulancia de la empresa SSGA.
Las imágenes describen los emocionantes momentos que se vivieron después de lograr el traslado. Jairo, en camilla, sobre la arena de Getares, era recibido por familiares, amigos y hasta por su perra Kiara. Un cúmulo de emociones vividas por un joven valiente que demuestra, además su calidad humana.
“Jairo ha pedido desde el princpios que se haga esto, no como una acción puntual, sino que sea una iniciativa del hospital, que permita también a otras personas vivir ese deseo.El efecto en él ha sido increíble, con una felicidad inmensa que le dura, y muy contento de haber conseguido esta iniciativa y que este servicio, que le gustaría repetir, se pueda ofrecer de alguna forma a otras personas”, explica Víctor Cerón.
La iniciativa ya se lleva a cabo en otros hospitales de España a través de la Fundación Ambulancia del Deseo, que ha llevado a pacientes al campo, la playa o hasta a conciertos. Ahora, Jairo Rosa ha conseguido no sólo un momento de emotividad inolvidable, sino un antes y un después en el hospital, con una iniciativa nunca vivida aquí y que todos anhelan que sea el germen de un plan de humanización de pacientes.