Condenados los tres pescadores marroquíes detenidos en el Estrecho con un atún rojo de 90 kilos

Los tres pescadores marroquíes arrestados por la Guardia Civil en aguas del Estrecho tras ser sorprendidos con un atún rojo de unos 90 kilos han sido condenados a seis meses de prisión por un delito contra la flora y la fauna, según ha confirmado El Faro de Ceuta.

Los hombres, vecinos de la localidad marroquí de Beliones, reconocieron los hechos ante el juez y aceptaron la pena en un procedimiento de juicio rápido. La condena inicial, de nueve meses, fue reducida a seis por conformidad. Al carecer de antecedentes penales, la ejecución de la pena queda suspendida, aunque se les prohíbe acceder a Ceuta ni faenar en aguas españolas durante los próximos dos años.

La sentencia es firme y no admite recurso. En caso de reincidencia, los condenados deberían cumplir la pena de prisión íntegra. Tras pasar 24 horas detenidos en dependencias de la Guardia Civil, los tres hombres han sido puestos en libertad y podrán recuperar su embarcación, que había sido intervenida durante la operación, con la obligación de abandonar inmediatamente las aguas españolas.

La operación

El incidente se produjo el pasado jueves por la mañana, cuando una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil detectó una pequeña embarcación procedente de Marruecos navegando hacia la bocana del puerto de Ceuta. En el interior, los agentes hallaron un ejemplar de atún rojo (Thunnus thynnus), especie protegida cuya captura está estrictamente regulada y prohibida fuera de los periodos autorizados.

El Seprona elaboró el informe técnico que sustentó la acusación. El operativo y posterior detención fueron adelantados por El Faro de Ceuta.

Un delito ambiental con consecuencias

El delito contra la flora y fauna castiga las actividades ilícitas que afectan a especies silvestres o sus hábitats, incluyendo la pesca o caza de especies protegidas. En los casos más graves —como la captura de ejemplares durante la veda o sin licencia— puede implicar penas de prisión, sanciones económicas y la incautación de los medios utilizados.

En este caso, la veda del atún rojo, una de las especies más controladas del Mediterráneo, había comenzado el 15 de octubre. La pesca fuera de temporada está considerada una infracción grave o muy grave, con multas que pueden alcanzar los 60.000 euros o derivar en responsabilidad penal, como ha ocurrido en este procedimiento.

El atún rojo, símbolo de la pesca tradicional gaditana y auténtico tesoro del Estrecho de Gibraltar, es también una especie sometida a estrictas cuotas internacionales para evitar su sobreexplotación y garantizar su sostenibilidad.