40 años después de que entrara en funcionamiento, el centro de acogida de menores inmigrantes no acompañados (MENAS), que fuera referente a nivel nacional y premio Bandera de Andalucía en 2008, es ahora la imagen de la devastación y el abandono.
Las imágenes obtenidas por IAM ofrecen en exclusiva el lastimoso aspecto de un centro en el que absolutamente todo ha sido desvalijado: cableados de cobre, ventanas, marcos, mobiliario, puertas, aires acondicionados, techos… Un auténtico desastre que podría haber sido evitado con la simple instalación de una alarma.
El centro cerró sus puertas en febrero de este año, con el compromiso por parte de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de que se trataría de un cierre provisional para proceder a su rehabilitación. El aspecto que ofrece sólo seis meses después es el de la destrucción y el abandono.
Se da, además, la circunstancia de que el edificio mantiene la corriente eléctrica, lo que lo convierte en su actual estado en una verdadera bomba de relojería.
El centro de menores Nuestra Señora de El Cobre fue construido en 1972 y pasó a ser competencia de la Junta de Andalucía en 1984. En 2018 fue el propio personal del centro el que alertó del mal estado estructural que presentaba. El anterior Gobierno de la Junta de Andalucía anunció el cierre para realizar mejoras, lo cual nunca llegó a llevarse a cabo.
En los últimos años, el centro ha atendido a cerca de 7.000 menores no acompañados, en un edificio con una labor referente a nivel nacional, y que ahora presenta una imagen lastimosa.
No se trata del único acto vandálico sufrido por un edificio público en la zona, ya que el pasado 1 de septiembre, la colindante escuela infantil Virgen de la Milagrosa, con los trabajadores dentro y a las 12 de la mañana, vieron como se cortaba la luz por el robo del cableado de cobre del mismo, lo que provocó su cierre.