Desde que hace cinco años se pusiera en marcha el proyecto Algeciras, Barrio de la Caridad. Puerta a Europa, con el que el Ayuntamiento logró la financiación de las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), mucho se ha hablado de los planes municipales para revitalizar la imagen del barrio del Carmen, en el centro histórico. El arte es ahora una de las líneas de revitalización que más protagonismo está cobrando en las últimas fechas.
La idea es aprovechar el arte urbano para ofrecer un rostro más amable de las calles del barrio, una presencia visual más acorde con su potencialidad. Es el propósito que se marcó el bar La Casita, en la calle Tarifa, cuando impulsó hace unos días la creación de un mural en la pared aledaña al establecimiento. En el proyecto participaron los artistas locales Einartuvakiya, Eli Antz, Juan Sierra, Leo Barreiro y Xtina.
Se trata de una de las muchas iniciativas que el barrio quiere poner en marcha para pintar sus calles de otros colores, siguiendo el modelo de éxito experimentado en otras ciudades. En esta línea, se ha creado en el entorno vecinal la asociación RecreArte, cuya presidenta, Susana Mena, tiene claro que “tenemos todo ese potencial. Somos la puerta de Europa”, por lo que aboga por “hacer una reolución cultural en el barrio”.
Esta movilización cultural del barrio coincide con una de las líneas de acción estratégicas marcadas por el Ayuntamiento para el proyecto del Barrio de la Caridad. La concejal responsable de Fondos Europeos, Jessica Rodríguez, explica que, cuando se concedieron los fondos Edusi, el proyecto de Algeciras “era muy diferente al resto de programas anteriores europeos, que iban muy enfocados sólo a la ejecución de obras. Se dieron cuenta de que un barrio no se cambia ni se revitaliza sólo con hacer obras, sino que hay que enfocarlo a la problemática social, el emprendimiento y en concreto, a qué sentido se le da al barrio para transformarlo y que vuelva a renacer”.
Así, una de las 14 líneas de actuación del proyecto, concretamente la 7, habla de la creación de rutas patrimoniales, y es ahí donde se enmarcan todas las actuaciones previtas en el ámbito artístico y cultural, para las cuales hay reservadas varias cuantías económicas.
Una de las novedades en las que ya se trabaja de forma conjunta con la Delegación de Turismo es la creación de una aplicación innovadora, que permitirá difundir la zona mediante la recreación en 3D de los edificios patrimoniales, con una vinculación muy estrecha a la gastronomía.
Otra de las grandes iniciativas previstas es la celebración de un festival cultural anual en el barrio, cuya ejecución se vio paralizada por la pandemia. La idea es crear un evento cultural en el que, en torno a la música y la gastronomía, concluyan todas las disciplinas artísticas.
En la misma línea, se trabaja también en la creación de un concurso de arte, que cuente con la participación de artistas locales, nacionales e internacionales. Y, paralelamente, la puesta en marcha de iniciativas que supongan la creación en las calles del barrio de arte mural, pero también de esculturas que, además de incentivar el arte local, suponga una renovación de la imagen de la zona.
La referencia del Soho
El proyecto Barrio de la Caridad puesto en marcha por el Ayuntamiento bebe de la referencia de éxito que supuso el barrio del Soho, en Málaga, muy parecido al algecireño por su cercanía al puerto y por la problemática social que entrañaba, y donde se ha logrado una renovación integral de la mano del arte y de la gastronomía innovadora.
“Ahora es el momento, porque se está creando esa energía entre los técnicos del Ayuntamiento y los propios vecinos que han visto ya por fin el potencial de estas iniciativas”, explica Jessica Rodríguez.
“Hemos apostado por crear el mismo modelo de Málaga, que revitaliza barrios en torno a nodos culturales, como museos”, señala la edil, que aclara que no sólo se centra en el barrio del Carmen, sino que “abarca también la Villa Vieja”, con “la creación de nodos culturales hasta llegar a la plaza Alta”, como la recuperación del solar de las piletas de salazón de la calle San Nicolás, la rehabilitación de la capilla de La Alameda, la puesta en valor de las atarazanas del río de la Miel o la potenciación del mercado Ingeniero Torroja o el museo de Algeciras.
Implicación ciudadana
El Ayuntamiento destaca también la importancia de la movilización ciudadana y emprendedora para terminar de perfilar el resideño del barrio. En este sentido, Susana Mena destaca que “para nuestra zona es importante que se haga algo de calidad centrado en el arte, la gastronomía y el comercio especializado”.
Jessica Rodríguez ahonda en el objetivo de crear una ruta urbana en la que se mezclen la gastronomía, el patrimonio histórico y las rutas culturales. “Entre los propios artistas se está creando una energía muy positiva y ellos mismos nos mandan ideas”, afirma.
Prueba de esa energía es la constante creación de comercios en la zona, como una reciente cafetería en la calle Tarifa, un comercio de arte en la calle Castellar, una lavandería en Duque de Almodóvar, la reapertura de la galería de arte Art Atelier en Duque de Almodóvar o el taller de pintura de Juan Sierra en el callejón San Juan.
A ello se une el bullicio comercial que genera el mercado de abastos o la multiculturalidad, con nodos represenativos como la mezquita Al Huda de la calle Montero Ríos.
“Tenemos una riqueza cultura que nos dan esas personas de distintos países, y eso hay que aprovecharlo”, afirma la presidenta de RecreArte.
Un problema de imagen pública
Uno de los aspectos en los que más se ha trabajado en la zona en los últimos años es el problema social. La presidenta de RecreArte, Susana Mena, también miembro de la asociación de vecinos Barrio del Carmen, asegura que “tenemos un problema de imagen pública, pero no de convivencia ni de delincuencia. El problema sigue existiendo porque no conocen el barrio”.
En la zona trabajan distintas entidades sociales, como Márgenes y Vínculos, que atiende problemas sociales a través de la oficina de Un Barrio de Todos en la calle Duque de Almodócar; Amaranta, que trabaja cuestiones de género, de trata, de maltrato y de prostitución; Cepaim y CEAR, que trabajan con refugiados; Humanos con Recursos, que ya trabaja el centro de puertas abiertas de la Villa Vieja, donde se está atendiendo a personas sin hogar que dormían en el barrio en la calle; Hogar Betania; Cruz Blanca o Algeciras Acoge.
Actuaciones como el cierre de la Pensión Trujillo o del prostíbulo situado junto a la capilla de La Alameda, donde se ejercía la trata y se obligaba a la prostitución;el cierre del mercadillo ilegal de Teniente Riera o la puesta en funcionamiento del centro de puertas abiertas para personas sin techo han dado solución a problemas de la zona que los vecinos ya consideran extintos.
.”La sensación de inseguridad no se corresponde con la realidad”, sentencia Susana Mena, que insiste en el mensaje de la renovación de la imagen del barrio a través de una revolución cultural que devuelva el esplendor y la vitalidad que un día conocieron sus calles.