Un Barrio de Todos celebra el último viernes de Ramadán llevando comida a más de cien familias

Así, el Ramadán ha tenido que adaptarse también al estado de alarma en que nos encontramos: Ha perdido su carácter social y público y ha intensificado su faceta más personal y familiar.

Por ello, Un barrio de todos ha elaborado dos platos típicos de la fiesta del Ramadán, la harira, que es una sopa muy especial acompañada de dátiles, y un plato muy conocidos por todos, el couscous de pollo y pasas confitadas. Parte del equipo del proyecto y personal colaborador han cocinado, en la sede ubicada en el barrio de La Caridad, más de dieciocho kilos de couscous y otros tantos de harira. Los platos se han cocinado con todas las medidas de seguridad necesarias, se han envasado y han sido repartidos entre vecinos y vecinas del barrio de La Caridad, usuarios y usuarias del proyecto, entidades sociales, personal del ayuntamiento y personal voluntario.

Esta actividad ha servido para hacer partícipe a la población de una de las festividades más importantes de la comunidad musulmana y fomentar la diversidad cultural, a través del conocimiento de las costumbres y los significados comunes de las tradiciones religiosas. El Ramadán es una festividad que cada año varía su fecha de celebración pues se regula por el ciclo lunar. Llega a su fin con el primer resquicio de la luna nueva creciente, que se celebra con la fiesta Del Aîd. Desde que empieza hasta que termina, los musulmanes tienen que cumplir con el Zakat al Fitr, que consiste en donar alimentos básicos o una ayuda monetaria a personas necesitadas.

Durante el mes de Ramadán, las familias musulmanas ayunan voluntariamente desde que sale el sol hasta que se pone. Es justo en ese momento cuando comparten en familia la ruptura del ayuno, o iftar, y disfrutan de forma especial ese momento. La práctica religiosa está acompañada de una tradición culinaria variada y llena de platos muy elaborados y vistosos que los hacen suculentos al paladar. Las familias se reúnen alrededor de mesas llenas con alimentos como dátiles, dulces de almendras, té con menta y platos elaborados con miel y gran número de especias.

Los musulmanes refuerzan en esta época sus valores y creencias, que no dejan de ser universales: solidaridad, generosidad, vecindad, o apoyo a los más vulnerables, como enfermos y personas con dificultades.

La actividad realizada por Un barrio de todos se encuadra dentro de las actividades de convivencia y participación vecinal que el proyecto desarrolla en las barriadas de la zona sur de Algeciras. Este proyecto está financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Fondo de Asilo, Migración e Integración.

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